Estamos empezando el año, un ciclo termina y un nuevo ciclo comienza, es tiempo de recapitular las acciones cumplidas, las no cumplidas y aquellas situaciones emergentes, que le dieron un nuevo rumbo inesperado a nuestra vida.
En el tiempo en que trabajaba en el Centro de Estudios Estratégicos del Tec de Monterrey campus Monterrey, estudiaba en el EGADE la Maestría en Administración con la concentración en Negocios Internacionales, de forma presencial y de tiempo completo; en mis tiempos libres, era partícipe de algunas asociaciones y conversaba con personas de otros ámbitos. Un día un alpinista me compartió su experiencia:
La vida es como una montaña. Cuando uno va subiendo una montaña, la vas escalando, tienes que fijarte muy bien en dónde pisas, cada paso que das debe ser en firme. Si pones el pie en una roca que no sea firme te puedes caer, así que desde que pones el pie, debe ser con toda la seguridad de lo que haces, debes seguir hacia adelante, subir, subir, subir y llegarás a un punto, en el que ya no podrás avanzar; entonces tendrás que tomar otro camino para volver a subir y llegar a la cima de la montaña.
Tanto en la vida personal como en los negocios, no estamos para perder el tiempo, ni el dinero, más con la incertidumbre a nivel político, económico y social, por eso más vale ubicarnos en la realidad.
En México las nuevas regulaciones a nivel fiscal ya están verificando en qué y cuánto gastamos, evitando el tener erogaciones más allá de los ingresos obtenidos.
El dinero es energía, el dinero crea abundancia; evitemos los gastos innecesarios, busquemos invertir, multiplicar el dinero, el evitar deudas que nos quiten la paz y la tranquilidad del día a día.
El vivir endeudados nos lleva a vivir sobre el nivel de ingresos, fuera de la realidad, creando situaciones de inseguridad financiera, que nos reditúa en un incremento de estrés y ansiedad, desde la carencia, quitando la objetividad de lo que es realmente importante y necesario en nuestras vidas.
Si nuestra economía está muy bien y estable, se nos antojan menos las cosas, ya que vibramos desde la abundancia.
Para concluir, es importante recordar, que cada paso que demos, sea firme. Así debe ser. _
