Esta es la historia de dos historias.
La primera es de un hombre hablando de dos mujeres; la segunda es de dos mujeres hablando de un hombre.
La primera se titula Solo en el desierto y se presenta en El círculo teatral; y la segunda La ternura y hace temporada en el teatro El milagro.
Vamos por partes:
Solo en el desierto gira en torno a la figura del pintor Manuel Rodríguez Lozano, quien estuvo ligado sentimentalmente a dos de las mujeres más significativas y capitales en la historia mexicana de la primera mitad del siglo XX. De la primera fue marido, de la segunda su amor imposible. Nahui Ollin y Antonieta Rivas Mercado, respectivamente.
Escrita y dirigida por Vicente Ferrer (quien también es autor de otra obra sobre la misma Rivas Mercado) esta puesta en escena es un monólogo que parte de la etapa en la que el artista estuvo preso en Lecumberri, acusado de estar implicado en un robo que nunca se comprobó.
De ahí, hay una serie de recuerdos que traen a escena su boda con Nahui, sus momentos de gloria en la pintura, su contacto con otros muralistas y, por supuesto, su relación con Antonieta.
Leonardo Mackey da vida a Rodríguez Lozano, y aunque como bien dije se trata de un monólogo, el actor es acompañado por Andrey Caballero, quien con su presencia trae a escena a diversos personajes, a quienes dan voz Ariane Pellicer, Tito Vasconcelos, Roxana Andrade y Jorge Levi.
Solo en el desierto se presenta los martes a las 20:30 horas en El círculo teatral, en Veracruz 107, en la colonia Condesa.
Los lunes y martes, en el teatro El milagro, cobra vida La ternura, que conjuga nuevamente el trabajo del dramaturgo y director David Olguín y de la actriz Laura Almela, pareja en la vida real.
La ternura cuenta lo que sucede una noche, aparentemente tranquila y normal, en la que madre e hija se enfrentan en una lucha de recuerdos, reclamos, rencores añejos, tras la reciente muerte del padre, que estuvo ausente toda la vida.
Y es que su ausencia ha marcado de tal manera la vida de estas dos mujeres, que se ven obligadas a confrontar sus puntos de vista, para tratar de exorcizar lo que ambas sienten.
Un texto inquietante y una puesta en escena directa, sencilla es lo que vemos en escena, enmarcado por la también simple, pero funcional escenografía e iluminación, diseñadas por Gabriel Pascal.
Al trabajo actoral siempre solvente de Laura se agrega el de Daphne Keller, muy bien también con la nada fácil hija, que atraviesa por una situación también muy complicada.
La ternura se presenta los lunes y martes a las 20 horas en el teatro El milagro, ubicado en la calle Milán, colonia Juárez.
He aquí dos opciones estupendas para los primeros días de la semana teatral.
Hugo Hernández