Política

De Jean de La Fontaine: La Ternera Perdida (y la ciencia Veterinaria)

La fábula “La ternera perdida”, se encuentra dentro del libro “Fábulas libertinas”, publicado entre los años 1664-1674, por el escritor francés, Jean de La Fontaine. Estás fábulas en verso, fueron inspiradas en Giovanni Boccaccio (1313-1375), donde “lo sexual se vuelve desinhibido y fresco”, y siguiendo a ese gran maestro, no deja de mencionar las angustias de los cornudos, a los jóvenes deseosos, los amantes escondidos, las monjas, y desde luego a los sacerdotes.

Para la época y hablando de la iglesia lo lógico es que se prohibieran, de ahí que estás fábulas fueron ubicadas dentro del “Index librorum prohibitorum” (Índices de libros prohibidos) catálogo de libros inmorales, perniciosos y herejes, que los católicos no debían leer porque corrompían su alma.

Asimismo señalemos que la mayoría de las fábulas de La Fontaine fueron escritas en el formato clásico creado por el padre de la fábula, el griego Esopo: “Composición breve, en prosa o verso, donde los personajes suelen ser animales o cosas inanimadas, con una intención didáctica de carácter ético y universal, llamada moraleja, la que se halla al final de la historia.” A La Fontaine se le conoce como el padre de la fábula moderna. Cabe mencionar que la fábula ya se conocía en Mesopotamia y en todo Oriente, en concreto en la India y en las dos regiones era usada para educar a los niños en valores y virtudes.

Las fábulas siempre han estado presentes en todas las épocas y en todas las latitudes porque en una escritura breve pero profunda busca que los humanos reflexionen y cambien.

Cuando hablamos de ellas es menester señalar que Leonardo da Vinci fue un gran escritor de fábulas, deleitémonos con una de ellas:

“El fuego y el agua”

En una disputa con el agua en una olla, el fuego dice que el agua no debe estar por encima del fuego, que es el rey de los elementos, y trata de sacar el agua de la olla hirviéndola. El agua pagando al fuego el honor de su obediencia, desciende y ahoga al fuego.

Antes de ir a “La ternera perdida” hablemos de la veterinaria: “Palabra del latín, veterinarius, veterinae, veterina, bestia de carga o vetus –viejo- porque se trataría de animales envejecidos y no aptos para la guerra ni las carreras. Asimismo pudo venir del verbo, vehe, vehere, vehículo, que significa transportar.” Hoy la definición es: “Ciencia médica dedicada a la prevención, trastornos, lesiones, diagnósticos, tratamientos y curación de las enfermedades en los animales. Al especialista de esta disciplina se le conoce como médico veterinario zootecnista o médico cirujano veterinario. La medicina veterinaria es amplia y cubre todas las especies de animales, tanto doméstica como silvestre.” La medicina veterinaria ya aparece desde el antiguo Egipto en los papiros de Lahun, 1900 a. C. y el primer tratado de anatomía no humana fue la del caballo en el libro “Anatomía del Cavallo”, escrito por el italiano Carlo Ruini, en 1598.

Ahora sí vayamos a nuestra fábula:

La ternera perdida

Perdió un hombre del campo una ternera,

Y fue a buscarla al bosque más cercano,

Do se subió a la copa de una higuera

Para ver a lo lejos, en el llano.

Llegó en esto una dama y un mancebo

Que amantes navegaban en conserva,

Y de la higuera al pie -decirlo debo-

Se tendieron los dos sobre la yerba.

Solo hablaban las manos y los ojos,

Cuando el doncel, parando su recreo,

Exclamó en el ardor de sus antojos:

-¡Qué veo, Señor mi Dios, y qué no veo!

Y al oír esto, gritole el aldeano,

Que observaba en la copa de la higuera:

-El que ve tantas cosas, buen hermano,

¿No ve por esa selva una ternera?

He escrito la fábula completa para que la disfrutemos con toda su belleza y con la intensión que cada quien encuentre la moraleja.

Para tal fin daré algunas sugerencias: Dios como el que da todos los dones. La inocencia del labriego al escuchar el nombre de Dios. Si vas hacer el amor no lo hagas al aire libre. Cuando llegues al clímax, no grites tan fuerte. Y todas las que a ti se te pueden ocurrir.


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Hugo G. Freire
  • Hugo G. Freire
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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