Doce equipos van por todo y, con toda justicia, Kansas City y Green Bay esperan rival. Carneros pasaron de milagro, pero no se les puede criticar, hicieron el milagro con un quarterback debutante, ahora visitan a Seattle, pero recordemos que la ventaja del local es mínima en el año covid; si Russell Wilson y su línea salen en un día decente deben ganar un juego de pocos puntos.
Tennessee y los contrastes: ¿Qué pasa si les anulan al corredor Derek Henry? Porque si quitamos su producción no hubieran calificado. Titans recibe a Ravens en revancha del año pasado, cuando el mismo Henry les corrió más de 200 yardas. Baltimore reventó con pánico escénico, perdió 3 balones y falló 4 jugadas en cuarta con un Lamar Jackson que perdió el liderazgo que le mereció ser el MVP. Ravens sale favorito otra vez y debe ganar, pero recordemos que los nervios y los errores también definen campeonatos, ambos teams llegan con la misma experiencia por lo que este juego es más parejo de lo que aparenta.
Bills cerró enorme, en lo que debía ser una aduana difícil ante Miami, que se jugaba todo, terminaron aplastándolos, ahora recibirán a unos Colts que no creo que puedan con Josh Allen y compañía. Bills lleva 6 juegos sin ganar un playoff; el año pasado ganaban 16-0 en el tercer cuarto ante Houston y su ofensiva enmudeció. Este año están más fuertes y su hándicap son los nervios.
Philip Rivers enfrenta su destino, aunque su año ya es un éxito, el tipo tiene deuda con la postemporada, esta es, tal vez, su última oportunidad de lograr un anillo, que se ve lejos para Colts, pero no es imposible.
Santos por fin llega con una buena defensiva y su ofensiva es un arma mortal, el susto de las lesiones de Brees es un aviso de que está en sus últimas para lograr su segundo anillo. Reciben a unos milagrosos Osos que, por no tener nada que perder se vuelven peligrosos; Mitch Trubisky resucitó y sabe que una victoria lo apuntalará con una afición que duda de él; será una misión imposible.
Acereros tiene el destino en las manos, el domingo, su banca casi le saca el juego a Cleveland, que se jugaba todo, eso demostró que hay distancia suficiente para ser favoritos. El “callo” de Big Ben y el coach Tomlin en postemporada deben pesar. Los Browns son novicios en la instancia, pero mientras Ben sí tiene presión de su fanaticada que le exige anillos, del otro lado, el coach Kevin Stefanski, apenas por cumplir un año con el equipo, no tiene nada que perder y, junto a Baker Mayfield, llegan motivados y son peligrosos; si su defensiva puede neutralizar a Ben el juego se puede poner interesante.
Aunque no debiera, el juego más mediático es el de Tampa Bay vs Washington. Tom Brady cerró como el mejor quarterback de diciembre y de los mejores del año. El hecho de que Tampa sea sede del Supertazón le da un reflector aparte, recordemos que ningún equipo sede ha llegado al gran juego, pero seamos realistas, Tampa apaleó a equipos de media tabla, sus juegos clave arrojan datos negativos: perdieron con Kansas, Santos, Rams y Osos, todos ellos calificados, aunque también hay que contar que le sacaron un juegazo a Green Bay en la Semana 6. Yo veo a Tampa como un albur y, por su parte, Washington llega con un Alex Smith que se encontró de milagro con otro playoff y con una defensiva que tiene con qué incomodar a Brady, ahí radica su esperanza; es un juego engañoso.
No hay nada escrito, pero las tendencias ponen a los dos que esperan como favoritos llevarse el Super Bowl: Bills, Ravens, Santos y Steelers siguen en ese orden, cualquier otro sería una gran sorpresa. ¿Qué nos depara el destino? Al menos creo que el MVP se lo deben dar a Aaron Rodgers, pero en lo demás… ¿Veremos un milagro tipo Nick Foles? ¿Bills cumplirá aquello de que “no hay quinto malo”? ¿Kansas establecerá la primera dinastía de los 20’s? ¿Quedará el anillo en algún quarterback “ruco”? Brady, Ben, Brees, Rodgers, Rivers… y, por Dios, será que veamos en el Super Bowl a … ¡¿Brady otra vez?!
Y de ahí… a lo que sigue.
