Dos años después de su estreno, en plena ola feminista, la “Canción sin miedo” de Vivir Quintana regresó el viernes al Zócalo de la Ciudad de México, coreada por miles de gargantas, en una noche memorable, con más de 100 mil personas en la plaza bañada por la lluvia.
Su autora fue convidada por Silvio Rodríguez para que abriera su concierto, así fue como regresó. Y lo hizo con una dedicatoria esperada, a las mujeres que luchan: “Por todas las compañeras que luchan sin miedo… Justicia para todas las compañeras desaparecidas. Justicia. No olvido”.
Esa canción que se convirtió en el nuevo himno feminista en gran parte de Latinoamérica y más allá se estrenó el sábado 7 de marzo de 2020 en el mismo lugar, en una tarde de concierto inolvidable, entonada por Mon Laferte, Vivir Quintana y el coro El Palomar con más de 70 mujeres cantantes y músicas en escena… y replicada por las miles de asistentes quienes ya sabían la letra o la leían en sus teléfonos gracias a que, a pesar de que hasta ese día se iba a estrenar, la canción circuló con antelación por decenas de grupos y chats de feministas que la adoptaron desde un inicio.
¿Qué tiene esa canción que la volvió tan relevante en tantos lugares al mismo tiempo?
Es el resultado de una petición hecha por Mon Laferte a Quintana para que escribiera sobre los feminicidios y la violencia contra las mujeres. Ella lo hizo, en menos de 24 horas entregó una canción apresurada que implicó ensayar de madrugada y casi sin tiempo, pero llena de significados.
El resultado rebasó cualquier expectativa, al grado que millones de mujeres la cantan en sus manifestaciones, incluso sin saber quién es la autora o que está inspirada en un feminicidio cercano a la autora. Se volvió del dominio popular de manera instantánea, como las grandes canciones que terminan en boca de todos.
Silvio Rodríguez atinó con la invitación a Quintana para abrir la noche en que él regresaba a la ciudad donde no cantaba desde hace ocho años.
En los últimos meses la autora de canciones como “Sorora”, “Enamorada” y “Yo te espero” aprovechó para impulsar los contracorridos o antinarcocorridos, como “El corrido de Milo Vela”, que compuso en memoria del periodista veracruzano Miguel Ángel López Velasco.
La idea nació con el objetivo de “romper esta idea de los corridos que ensalzan el narcotráfico, que alaban a aquellos que poseen pistolas y dinero; estamos no queriendo glorificar a los periodistas, sino reconocer su trabajo”.
Otro proyecto es una serie de corridos sobre mujeres presas, a las que Vivir visita en los reclusorios, se trata de ir a contracorriente de la apología de la violencia, pero sin dejar de reclamar por los derechos de las mujeres.
Y si se mete en estos temas es porque está consciente de que la visibilidad también es un privilegio y hay que hablar de estos temas.
Así que siempre hay que recordar las letras de Quintana:
Que tiemble el Estado, los cielos, las calles / Que teman los jueces y los judiciales / Hoy a las mujeres nos quitan la calma / Nos sembraron miedo, nos crecieron alas / Cantamos sin miedo, pedimos justicia / Gritamos por cada desaparecida / Que retumbe fuerte: ¡Nos queremos vivas! / ¡Que caiga con fuerza el feminicida! / ¡Que caiga con fuerza el feminicida!
@hzamarron