Uno de los mayores retos de Jorge Ortiz Ramírez, al frente de la Auditoría Superior del Estado (ASEJ), será transparentar la gestión de la institución en beneficio de los jaliscienses. Si bien es cierto que la conducta frente a la sociedad del órgano ha tenido un cambio radical, donde ahora se recibe con puertas abiertas a sociedad civil, actores políticos y medios de comunicación, lo cual era inimaginable en gestiones anteriores, también es cierto que durante años se omitió reiteradamente el cumplimiento de numerosas obligaciones en materia de transparencia.
La ASEJ debe publicar, derivado de la reforma constitucional del año 2015, los informes de las auditorías que practique a los entes fiscalizables, solo una vez que hayan sido aprobados por el Congreso del Estado.
Incluso, la Ley de Transparencia y Acceso a la Información Pública del Estado de Jalisco y sus Municipios, expresamente cataloga esta información como fundamental, lo cual implica que constantemente debe ser actualizada y publicada a través del portal de internet del sujeto obligado; sin embargo, si entramos al portal de transparencia advertimos un gran rezago, al no encontrar aún ninguno de los informes a disposición de los particulares.
Dicha circunstancia se replica en la gran mayoría de los rubros de información fundamental, por lo cual existirá una tarea titánica para las unidades que forman parte de la Auditoría, para recabar, procesar y publicar la información faltante, en especial, la de ejercicios anteriores.
Será necesario un periodo de capacitación, esfuerzo y colaboración, para lograr que la transparencia deje de brillar por su ausencia en la ASEJ, la cual, debo aclarar, no es imputable al nuevo Auditor, sino a la herencia de los anteriores titulares.
Ante la magnitud del desafío, complejidad técnica y necesidad de recursos humanos, esperemos que puedan solventarse las omisiones para finales del año, toda vez que en un periodo menor resultaría imposible. En aras de alcanzar este objetivo, esperamos que el Instituto de Transparencia, Información Pública y Datos Personales del Estado (ITEI) apoye al ente Superior de Fiscalización de Jalisco, y ambos conjuguen esfuerzos para fomentar la cultura de rendición de cuentas.
El nuevo titular de la ASEJ deberá procurar la transición del órgano hacia un modelo de “Auditoría Abierta”, brindando un nuevo marco de comunicación a la relación auditoría-sociedad.
A dicho de Eduardo Bohórquez, director de Transparencia Mexicana, la cultura de “apertura”, es una consecuencia directa de la crítica de Karl Popper a las sociedades cerradas, así como de un principio liberal, en donde se reconoce la importancia de los principios de rendición de cuentas, acceso a la información, participación ciudadana y uso de tecnologías de la información.
Esperamos que los frutos de este esfuerzo conlleven a que la sociedad reconozca a la fiscalización como un instrumento de control efectivo de las autoridades, que permita transitar hacia un modelo de gobierno donde exista confianza de los ciudadanos frente a sus gobernantes, teniendo los primeros certeza que, ante el manejo irregular de las arcas públicas, los segundos deberán atenerse a las consecuencias legales que correspondan.
Recordemos que la Auditoría Superior del Estado es el órgano técnico, mediante el cual, el Congreso del Estado exige cuentas al resto de poderes de la entidad, procurando mantener el equilibrio entre ellos y el cual también le permite tomar decisiones de carácter presupuestal más atinadas.
Como lo refiere el propio Ortiz Ramírez en su libro El impacto de la fiscalización superior en la eficacia del gobierno, la rendición de cuentas es horizontal, si la tomamos de manera literal, toda vez que refiere a una relación entre pares, en el marco del equilibrio de poderes ideado por Montesquieu.
Ahora bien, no podemos olvidar que esta carga de trabajo se suma a la transición en el modelo de fiscalización de la entidad, la incorporación al Sistema Estatal Anticorrupción, el desarrollo de los Sistemas de Fiscalización (Nacional y Estatal) y las nuevas atribuciones que la legislación le confiere a la entidad de fiscalización, mientras que continúa aplicando la Ley de Fiscalización abrogada, para la revisión de las cuentas públicas del año 2017 y anteriores.
Todo ello implica un gran reto para la ASEJ, ya que transitar de un modelo de total opacidad en la oscura gestión de Godoy a la apertura total que pretende implementar Jorge Ortiz; de una total ineficiencia, ineficacia y complicidad a convertirlo en un órgano eficaz y de vital importancia en el Sistema Anticorrupción no será sencillo, por lo cual, insisto, llevará tiempo.
Saludos y felicitaciones a mi amiga, la Dra. Aimée Figueroa Neri, compañera académica de la UdeG por haber sido electa como Secretaria Técnica del Sistema Anticorrupción.