Me queda muy claro que los altos ejecutivos de grupo “Citibank” anunciaron que dejarán sus operaciones minoristas en México, ya que temen competir con el “Banco del Bienestar”, el cual es tan eficiente que sus empleados fijan sus propias políticas. Por ejemplo, en la sucursal de Santa Tere la cajera decidió que no se recibe efectivo por más de cincuenta mil pesos, pero en la de Juárez o Las Fuentes operan como verdadero banco y sí aceptan efectivo. Además son tan modernos que ya no tienen cheques en las sucursales, y si quieres que te paguen un billete de depósito por más de veinte mil pesos tienes que recorrer todas las sucursales para ver dónde te lo pueden pagar, porque tiene que ser únicamente con ese tipo de título de crédito.
Según los funcionarios del Banco del Bienestar este se convertirá en un banco de vanguardia, pero en días pasados el propio órgano de Control de ese banco, solo de unas adjudicaciones directas a los proveedores Six Sigma Networks México, Telmex, Grupo Consultor en Informática y Máquinas Información y Tecnología Avanzada, les pagó $333 millones 909 mil 326.68, sin que se justificara por qué se les asignaron directamente los contratos sin licitación de por medio. Lo inaudito es que Manuel Andrés López Obrador (MALO), señaló que en 2020 había poco menos de tres mil sucursales funcionando. En realidad solo hay 20 nuevas sucursales, las cuales se suman a las 250 que, bajo el esquema de Bansefi, vienen del sexenio anterior, pero ahí no para el susto, se dijo que en 2020 le inyectarían 5 mil millones, en 2021 diez mil millones, dinero que debería sobrar para construir, equipar, operar y poner cajeros electrónicos de primer nivel, (para 20 sucursales) y para el presupuesto de 2022 se le asignaron más de 16 mil millones más, eso sin contar 18 mil millones de pesos que no aparecen otorgados a un empresario de Costa Rica vía empresa panameña, lo que le costó la dirección a Diana Álvarez Maury. En forma emergente el ejército tuvo que entrar a rescatar la promesa y estos tienen a su cargo la construcción de los 2 mil 700 cascarones que después tendrán que equipar y comunicar.
Cómo estarán las cosas que ayer nos enteramos que ese banco dio por terminado el contrato con la calificadora Standard & Poor’s para que deje de calificarlo. No queda duda que ese fracasado proyecto es otro barril sin fondo de MALO, pero lo peor es que verdaderamente hay alabadores de MALO que opinan que ese banco debería comprar los activos de Banamex. Solo imaginemos por ejemplo a Bejarano de director, hasta nos regalarían las ligas cuando retiráramos efectivo.
Me preocupa mucho qué vieron los directivos de “Citi” en nuestro país para dejar una de las plazas más rentables de los países donde operan, en muy pocos países tienen los márgenes de operación tal altos como los que obtienen con las tarjetas de crédito y otros productos, por eso no se explica tal decisión.
Algo que sí nos debe de preocupar es el dato que acabamos de conocer del INEGI, que reportó una salida de capitales histórica de 257 mil 601 millones de pesos en bonos del gobierno, lo que se suma a los 257 mil 239 que emigraron en el año 2020. Que acaso el presidente no se da cuenta que no brindan sus acciones certidumbre financiera y seguridad jurídica.
Héctor Romero