Cultura

Cuatro motivos para odiar al coaching

  • Psi y que
  • Cuatro motivos para odiar al coaching
  • Héctor Cerezo Huerta

Coachitip 1. En el discurso sobre el origen de la desigualdad, Jean-Jacques Rousseau, se pregunta ¿por qué únicamente el hombre está sujeto a degenerarse en imbécil? ¿Realmente podemos forjar libremente el sentido de nuestra vida? Los coaches responden: ¡Sí se puede! Somos explotados de forma cotidiana de modos “sutiles” y francamente desvergonzados, estafados por la propaganda, los medios de comunicación, las empresas, los políticos e infinidad de dispositivos ideológicos totalitarios. Debilitado el pensamiento crítico, las premisas colectivas ya no representan a nada ni a nadie, no encarnan las vivencias que los sujetos tienen de la realidad y por supuesto, no hay nada más propicio que el vacío (Lipovetsky, 2000) para facilitar el surgimiento de servidumbres, tantas como amos estén dispuestos a satisfacerlas.

Coachitip 2. La salvación, el éxito, la felicidad o la autorrealización ya no dependen de acciones políticas, sino de la voluntad individual, cada uno arma su propio relato alineado al mercado y se asume como artífice de su destino. Liderazgo, innovación, competitividad, productividad, inteligencia emocional, habilidades duras o blandas, forman parte de la maquinaria de la sociedad de control descrita por Deleuze (1990) y quien pronosticó magistralmente: “Es posible que los más duros encierros lleguen a parecernos parte de un pasado feliz y benévolo frente a las formas de control en medios abiertos que se avecinan”. Y llegó el coaching, los coaches y sus cientos de etiquetas agrupados en negocios mercenarios que consolidan el cáncer del adoctrinamiento y la dependencia.

Coachitip 3. Dessal (2016) argumenta que el sistema neoliberal produce identidades “débiles”. Por el contrario, los regímenes totalitarios generan identidades “fuertes” y monolíticas que, por un lado, aseguran cohesión, pero también germina la tiranía. Intento imaginarme al coach como un Heidegger reencarnado tratando a su cliente como un “Dasein” y me horrorizo. No son personas, se trata de un banal consumidor y un esnob, ambos guiados por el mercado. ¿Y la angustia, la culpa, la muerte, la finitud y el ser? No intentes ser tu mejor versión sin pagar. Para cobrar por pendejadas, los coaches son los expertos. Critchley (2000), ya advertía que el oscurantismo renacería en forma de individualismo, riqueza, hedonismo y autoconocimiento. ¿Qué extraño? Sócrates, el “primer” coach, nunca afirmaba saber nada, nunca prometía conocimiento a otros y, crucialmente, jamás cobraba honorarios.

Coachitip 4. A partir de la alegoría del mito de la caverna de Platón, McNabb amplifica una metáfora, hermosamente construida que nos puede ayudar a entender el papel del coach: “El coach aparenta ser un éxito, pero en realidad no es más que uno de los esclavos atado en el fondo de la caverna Platónica enseñando a otros cómo predecir y controlar con mayor precisión, la forma y el paso de las sombras sobre la pared”. Aunque los coaches afirmen trabajar desde la “ternura y la humildad”, la sociedad feliz esta perseguida por la angustia. Bajo su máscara sonriente, apesta a desastre.

@HectorCerezoH

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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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