Política

Cultura de Paz y Seguridad Humana

  • Laberinto de la legalidad
  • Cultura de Paz y Seguridad Humana
  • Guillermo Raúl Zepeda Lecuona

“No pidamos a la Justicia penal que haga lo que no hace la justicia social”

- Sergio García Ramírez 

A la conflictividad y la violencia hay que abordarlas “arriba, abajo y en medio”. Así como la labor de inteligencia, coordinación logística y operativa y el combate a la impunidad son fundamentales para reducir los delitos de alto impacto, también deben tomarse medidas para prevenir conflictos y reducir los detonantes sociales de la violencia.

En este sentido se ha dado un paso muy importante con la firma del convenio para la Cultura de la Paz y la Seguridad Humana, convocada por la Secretaría de Seguridad Pública y la Coordinación Estratégica de Seguridad del gobierno del estado, al que acudieron empresas (como Cemex) asociaciones civiles (como el observatorio Jalisco cómo vamos) la Comisión Estatal de Derechos Humanos y autoridades (como la secretaría de Planeación o el Instituto de Justicia Alternativa), entre otros.

Se trata de un cambio de paradigma. La Seguridad Humana se centra en la ruta hacia la eficacia de siete dimensiones o ámbitos de Derechos (Ambientales, personales, de salud, alimentaria, económica, política y comunitaria). El déficit en la satisfacción de estos Derechos o necesidades evidencia el grado de vulnerabilidad de las personas. Este marco conceptual es fundamental en la justificación, diseño y evaluación de las políticas de prevención social de la violencia y el delito.

Este convenio además de ratificar el consenso de las quince entidades firmante en torno a la noción de Seguridad Humana, establece acciones para avanzar en los frentes de acción descritos y establece como instrumento el Observatorio de Cultura de Paz y Seguridad Humana (“OCUPAS”) que desarrollará y dará seguimiento a indicadores en los siete ámbitos de la Seguridad Humana; lo que permitirá monitorear la reducción de vulnerabilidades y se podrán certificar “espacios seguros”.

Si construimos así la seguridad: de abajo hacia arriba, fortaleciendo las relaciones interpersonales en la comunidad, mejorando las condiciones de vida, expandiendo la posibilidad y capacidad de las personas de elegir libremente, se prevendrán conflictos, no escalaran en niveles de violencia los problemas entre vecinos, familiares, compañeros de trabajo y podrá florecer y arraigar una cultura de la paz.

Con estas acciones de reducción de la vulnerabilidad social, fortalecimiento de las instituciones y brindando servicios más eficientes de prevención del delito y justicia, no solo se prevendrán los conflictos y se resolverán controversias entre los ciudadanos, también se pueden reducir delitos de alto impacto.

Por ejemplo, se estima que en Jalisco 60 por ciento de los homicidios tienen que ver con la operación del crimen organizado, pero al menos un 30 por ciento de los homicidios tiene que ver con conflictos entre familiares, vecinos, compañeros de trabajo, socios o conocidos que fueron escalando en el vacío institucional y la indiferencia social. Este es un nicho fundamental que podría permitir en muy breve término, reducir la violencia y sus lamentables efectos humanos y sociales.


@gzepeda_lecuona


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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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