Los New Orleans Saints han sido toda una revelación en esta naciente temporada de la NFL.
Lo han hecho realmente bien, tanto en su defensiva como en su ataque, donde Derek Carr ha visto renacer su carrera, mostrándose como un quarterback elite, uno de los mejores de la liga, al menos en el inicio.
En esta tercera jornada, los New Orleans Saints se enfrentarán a los Philadelphia Eagles en uno de los duelos más atractivos, toda vez que ambos equipos cuentan con ataques ofensivos espectaculares, y con jugadores talentosos que pueden anotar de seis en una sola jugada.
El quarterback de los Saints, Derek Carr, se ha vuelto a ver como ese jugador de nivel All Pro, aquel que en 2016, con los Oakland Raiders, estuvo cerca de ser el MVP de la temporada.
Después de dos jornadas se ha visto confiado, certero en sus pases y con un liderazgo digno de ser mencionado; se ha echado al equipo al hombro y ahora sí es su equipo.
Carr, en sus inicios, destacaba con Raiders por la precisión de sus pases: lanzaba con un toque fuera de serie.
Hoy, con los Saints y su entrenador Dennis Allen, se le ve muy entusiasmado y parece haber recuperado la pasión por jugar, lo que transmite a sus compañeros.
Como el ave fénix, también ha resucitado la carrera de Alvin Kamara, un veterano running back en su octava temporada que la semana pasada ante Dallas anotó en cuatro ocasiones, convirtiéndose en el rey del fantasy en la jornada 2.
Este compacto corredor es tan bueno para correr el ovoide como para recibir pases en la zona de flat, provocando con ello que Carr no se vea obligado a buscar trayectorias largas, con lo que reduce la posibilidad de pérdidas de balón.
Otro jugador que ha sido clave en este gran inicio que ha tenido New Orleans es Taysom Hill, un jugador multiusos que tiene el equipo: puede ser quarterback, corredor o receptor, todo lo hace bien, y eso provoca que los equipos contrarios deban estar al pendiente de su accionar, pues con él dentro del campo, está siempre presente el factor sorpresa.
New Orleans tiene la ofensiva número uno de la NFL: han marcado 91 puntos en dos jornadas, factor que se ha visto favorecido con el crecimiento que han tenido Chris Olave y Rashid Shaheed, dos jóvenes receptores que han destacado después de la partida de Michael Thomas que, lejos de afectarles, parece haber ayudado al equipo.
Saints no solo ha jugado bien a la ofensiva. Su defensiva también ha brillado con luz propia, son los cuartos mejores de la liga y han forzado y recuperado cinco balones perdidos de los contrarios.
A la defensiva, el jugador que más ha sorprendido después de dos jornadas es Alontae Taylor, quien en jugadas de “blitz” ya tiene tres capturas y, además, 15 tackleadas solo, lo cual refleja la gran fuera y velocidad que tiene este jugador que porta el número 1.
Aunque el equipo de New Orleans se ha visto muy bien, aún tienen áreas por mejorar, como es el caso de la línea frontal defensiva, donde Chase Young traerá mucho beneficio para ponerle presión a los quarterbacks contrarios. Si despierta pronto, el equipo será aún más sólido.
Por su parte, los Philadelphia Eagles están cumpliendo con lo vaticinado por los expertos: un ataque muy peligroso y contundente, aunque con carencias y debilidades a la defensiva, donde son vigésimo séptimos después de dos jornadas que ganaron a los Green Bay Packers y cayeron ante los Atlanta Falcons.
Su quarterback Jalen Hurts no ha destacado en estas dos jornadas, tiene tres pases de anotación y el mismo número de intercepciones, cifras muy grises si tomamos en cuenta que tiene armas como AJ Brown y DeVonta Smith, una de las duplas más letales de la NFL.
La defensiva de Philadelphia se ha visto muy vulnerable y parte de ello es que Darius Slay, el veterano cornerback, ha empezado a dar muestras de decadencia, justo cuando los Eagles más lo necesitan.
Esperamos un buen duelo este próximo domingo, donde veremos si estos Saints pueden ser consistentes y los Eagles son un buen sinodal para ver de qué están hechos.
Esperamos muchos puntos y jugadas espectaculares en cada posesión.