La luna de miel que disfrutaba el gobernador del estado, Dr. Américo Villarreal Anaya, con el inicio de su gestión al frente de los destinos de Tamaulipas, se ha visto interrumpida en esta semana por diversos acontecimientos.
Después de su emotiva toma de protesta, todo parecía arrancar con acciones muy gratas y positivas, como la llegada a Palacio de Gobierno por primera vez, la entrega de nombramientos a su equipo de colaboradores, el anuncio de proyectos importantes para el desarrollo del estado y cumplir su sueño de servir a los tamaulipecos.
Pero con los días y las horas, la terca realidad empezó a imponerse y aparecieron los resultados negativos de las auditorías realizadas a los estados financieros que recibieron de la administración estatal panista.
Un escenario adverso que ya se había visualizado durante el proceso de entrega-recepción. No hay liquidez para pagar nóminas ni proveedores. Mucho menos para obras.
Y en otra vertiente, se presentó el pasado sábado la trágica noticia del fallecimiento del senador Faustino López Vargas y su esposa en un lamentable accidente carretero. La muerte del legislador tamaulipeco implica convocar a nuevas elecciones estatales para sustituirlo en la cámara alta, en un plazo no mayor de tres meses.
Esta coyuntura electoral ha despertado distintas ambiciones políticas y ya se empiezan a promover liderazgos locales y regionales para buscar la postulación a esta candidatura.
Por Morena se mencionan, desde el mismo domingo, a Carlos Canturosas, Maki Ortiz, Erasmo González, Juan Ramón Gómez Jr., Mario López, Américo Villarreal Santiago y hasta a Adrián Oseguera.
Por el PAN ahí están Chucho Nader, el Truco Verástegui, Gerardo Peña y, aunque suena extraño, Cabeza de Vaca.
La designación del candidato de Morena al Senado será un desafío no previsto para el gobernador Américo Villarreal Anaya. Sin duda, su carácter firme y conciliador, su relación cordial con AMLO y con la directiva de su partido le ayudarán a impulsar la mejor carta. La inercia triunfal está del lado de Morena.
Aunque dicen los que saben que hay resentidos en la frontera que no recibieron canonjías o nombramientos importantes; esto podría alterar las lealtades. _
