Política

Los marcianos llegaron ya

No, no traían los libros de texto y menos a Marx Arriaga.

Lo que sí es cierto es que a veces la comprensión en redes no es lo que uno creería.

La última semana, la conversación pública ha sido controlada por la discusión sobre el contenido de los libros de texto gratuito que pretenden utilizar los funcionarios de la SEP en el próximo periodo escolar.

Revisé 40 libros entre primero y sexto grado de primaria. Todos ellos en su versión impresa junto con las guías para los maestros que se manejan en distintas fases.

Repetir en esta columna los errores sería inútil, pero vale la pena reiterar lo que pareciera no se ha entendido.

Las guías para maestros están cargadas de ideología, donde se cuidó mucho más la parte política que la didáctica.

Hay algunas donde se enseña el camino para enseñar física en tres pasos. Otros donde se pide la reflexión sobre opresores y oprimidos. Otro momento se refiere a la responsabilidad del capitalismo en la destrucción del medio ambiente.

Mucho de lo expuesto en esas guías está inspirado en el pensamiento de Paulo Freire, cuyas ideas sobre la pedagogía marxista tienen 60 años.

De cada ejemplar existen alrededor de dos millones y medio de ejemplares. Sería interesante saber quiénes son los dueños de las imprentas donde se crearon los volúmenes y si fueron seleccionadas vía licitación o adjudicación directa. Difícil saberlo sin un INAI operante.

Sociedades de padres de familia -que debieron revisar los contenidos y aprobarlos- denunciaron a la Secretaría de Educación Pública por saltarse ese paso, por ello hay amparos para evitar la distribución de los libros en estados como Chihuahua y Jalisco.

En otros sitios, como Zacatecas, padres y maestros han planteado la necesidad de juntar firmas y, de esa forma, repudiar los libros.

El esfuerzo por cambiar el modelo educativo mexicano es encomiable, reemplazarlo por algo igual de malo o peor vale la condena.

Y sí, parte de la discusión pública se ha concentrado en la forma que los medios han presentado la información. Por un lado, los propagandistas de siempre que se sienten ofendidos o que han recibido instrucción de criticar la cobertura como lo hicieron con aquella nota de la disparidad de las cifras de López Gatell de muertos por covid del inicio de la pandemia.

Al final, no se estaba tan errado al señalar la tergiversación de números por parte de alguien que hoy, desde el cinismo, quiere saltar a ser Jefe de Gobierno de la capital.

Por el otro lado están los críticos del poder que cuestionan el enfoque ya que -como siempre- piensan que el suyo es el correcto... pese a los pobres resultados de impacto y conocimiento de la población.

La discusión de esta semana funcionó para demostrar que la opinión pública no son las redes sociales y que cuando a la gente se le presenta un tema cercano al que le debe poner atención, siempre va a participar, para detrimento de sirios y troyanos que, siempre, creen tener la verdad de su mano o de su interés político

Y eso para aquí y en Marte.


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Gonzalo Oliveros
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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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