Política

La mujer invisible

Un poco cansada del ambiente político/social que vive el país, y en el marco del día de la madre; hoy preferí compartirte una reflexión de Nicole Johnson, conferencista estadounidense, que es inspiración para todas aquellas mujeres que se sienten poco valoradas, invisibilizadas. Una reflexión que, cuando he tratado de compartirla a mis radioescuchas, no consigo evitar el que se me quiebre la voz; por ello quise aprovechar la discreción de la escritura.

“Todo comenzó a ocurrir gradualmente. Entro al cuarto, digo algo y nadie lo nota. Digo ‘recojan su ropa por favor’ y nada ocurre, así que lo digo más fuerte: ‘recojan su ropa POR FAVOR’…finalmente la recojo yo misma. Así fue como comencé a entender. El otro día en una fiesta con mi esposo vi que ya era tarde, y me acerqué a él con mis cosas agarradas. Él platicaba con alguien y ni siquiera volteo a verme, le hablé y ni siquiera me respondió. Fue ahí cuando me di cuenta: Él…él no puede verme, ¡soy invisible!… sí, ¡SOY INVISIBLE!!

El otro día una amiga me obsequió un libro de las Grandes Catedrales de Europa. Aunque era un libro hermoso no entendía por qué había elegido justo ese regalo para mí, hasta que leí la dedicatoria en la contraportada. Decía: ‘Con admiración por la grandeza de lo que tú estás construyendo cuando nadie lo ve’. Hojeando el libro noté que en él venían todas las características de cada catedral, pero en ninguna parte decía quién había sido el arquitecto o el creador de dichas obras. De hecho, en la parte que dice autor, noté que en todas decía anónimo. Sí, ¡anónimo! Ellos terminaron sus obras sin saber que su trabajo sería tan admirado.

Incluso cuentan que uno de los escultores estaba tallando una pequeña ave en el interior de una viga y alguien se le acercó y le preguntó: ‘¿por qué empleas tanto tiempo en realizar algo que nunca nadie verá?’ Y él respondió: “Porque Dios lo ve”. Ellos confiaron en que Dios lo vería todo. Entregaron toda su vida a un trabajo que quizás ni verían terminado, pues muchas de esas catedrales tardaron más de 100 años en construirse. Trabajaron día tras día, haciendo sacrificios personales y sin recibir ningún crédito a cambio. Así que cerré el libro y, como si Dios me hablara, escuché: ‘Yo te veo… no eres invisible para mí. Ningún sacrificio es tan pequeño como para que yo no lo note. Veo cada cama que tiendes, cada sopa de lentejas que preparas y sonrío mientras te observo. Veo cada lágrima de decepción cuando las cosas no te salen como quieres. Pero recuerda, estás construyendo una Gran Catedral, que no será terminada durante tu vida y quizás no vivirás para verla levantada, pero si la construyes bien, yo lo veré.’

Actualmente mi invisibilidad ya no me preocupa, ya dejé atrás el egocentrismo... Yo no quiero que mi hijo le presuma a sus amigos: ‘Uy ¡no saben lo que hace mi mamá!, se levanta a las 4 de la mañana, nos plancha el uniforme y prepara la mesa’. No, simplemente quiero que mi hijo desee estar en casa. Así que no importa que no lo vean, que no sepan. Mejor pidamos que nuestras obras se mantengan como monumentos para Dios”…

O a ti ¿qué te dice el espejo?


Gina Serrano

Google news logo
Síguenos en
Gina Serrano
  • Gina Serrano
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.