No sé qué me pasa... pero cada vez que veo por la tele a Donal Trump, me dan ganas de borrarlo. Es terrible. Sólo me lo imagino de Presidente, viniendo a México a regañarnos, a menospreciarnos y a tratar de informarse por qué no ha hecho aquí ningún imperio, como en Panamá, Brasil o el Caribe. Entender por qué refunfuñaron los de Tijuana, cuando en Rosarito los defraudó con su Trump Ocean Resort Baja, y le ganaron e hicieron pagar todos los enganches.
Lo imagino inaugurando su muro al que pagaremos todos. Así: soberbio, majadero, misógino y lleno de odio hacia nosotros. "México manda a su gente, pero no manda lo mejor. Está enviando a seres con un montón de problemas. Están trayendo drogas, al crimen, a los violadores. Construiré un gran, gran muro en la frontera sur, y haré que México lo pague. Como empresario inmobiliario, nadie levanta mejores muros que yo, y los construyo muy baratos". "México no es nuestro amigo", insistió. Mis impresiones sobre los inmigrantes se basan en los comentarios que he recibido de la policía fronteriza.
Ese es el Trump Presbiteriano, al que su madre escocesa y abuelos alemanes enseñaron a amar. Hijo de un empresario de bienes raíces de Nueva York. De casi 70 años, nació en Queens. Ejecutivo, empresario y millonario norteamericano, que tiene una fortuna de 4 mil millones de dólares. Presidente de la Tump Organization y fundador de Trump Entertaiment Resorts. Estudió en la Escuela de Negocios de Wharton, de Pensilvania. Su empresa ha caído y se ha levantado varias veces.
En 2011, anunció que no lanzaría su candidatura a las elecciones de 2012. En diciembre de ese año se dijo que, era uno de los diez hombres más admirados vivos, según una encuesta de USA Today/Gallup.
En enero de 2013, Trump quien es conocido en Israel, publicó un video respaldando al primer ministro de ese país, Benjamín Netanyahu, durante las elecciones parlamentarias de 2013, y dijo que "un primer ministro fuerte es un Israel fuerte". En 2015, recibió el premio Liberty Award en la Algemeiner Jewish 100 Gala, por su contribución a las relaciones binacionales.
En 2013, gastó más de un millón de dólares para explorar una eventual candidatura presidencial, que actualmente está logrando.
Ahora resulta que no quiere por ningún motivo debatir con sus pares también republicanos, porque la moderadora "es una mujer periodista que no está a su altura" y jura que ella no lo quiere.
Ese es Trump. Y puede ser el próximo presidente de Norteamérica. Cuidado.
