Adán dijo que el Senado recortó 130 mdp y para eso rescindieron contratos simulados; “negocitos añejos”, les llamó López Hernández, es decir, del tiempo en que Monreal presidía la Junta de Coordinación Política de esa cámara
La felicidad. Todo es nuestro, apá, hasta la Cheyene. En Morena hacen y deshacen a su antojo lo que les da su gana, pero hasta los paraísos se fracturan. Los líderes parlamentarios de Morena se han trenzado en un pleito de pronóstico reservado. Adán Augusto López, líder de los senadores de Morena le tiró una tarascada a Ricardo Monreal, cabeza de los diputados morenos. Adán dijo en la tribuna que el Senado recortó 130 millones de pesos y para eso rescindieron contratos simulados a dos empresas. “Negocitos añejos”, les llamó López Hernández, es decir del tiempo en que Ricardo Monreal era presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado.
Ah, el sucio dinero; ah las empresas fantasma; ah, los sobreprecios; ah, la transa, gran escuela. Monreal se envolvió en una túnica de solemnidad y declaró: “le haré frente a estos infundios con la verdad”. Que andan perdidos 90 millones de mantenimiento a unos elevadores, qué caro mantener estos ascensores; que no aparecen otros 60 por el servicio de mantenimiento de los archivos de la Cámara, pues qué se les hace a los archivos como para gastarse esa suma de dinero. En ambos, según la denuncia de López, se encontraron irregularidades. “No solo vamos a rescindir los contratos. Vamos a presentar las denuncias correspondientes, para que informen al Senado y para que todos los mexicanos sepamos de quién es la empresa, porqué hay elevadores en los que incluso, ni siquiera se pudo instalar un aparato”.
Otra vez Monreal con la túnica: “la adversidad y la mala fe me han perseguido, pero las he enfrentado sin titubeos. Casi siempre venían de la oposición, hoy vienen de parte de los correligionarios, pero de igual forma les haré frente con la verdad”. Se pierden millones y solo que da la cursilería, ese fracaso de la elegancia, como decía Gómez de la Serna.
Toma todo
Según anota David Marcial Pérez en su periódico El País, en tres meses del nuevo gobierno los madrazos están de a peso, o como se diga. Los roces entre los líderes morenistas en las Cámaras ya tienen al menos un precedente. En octubre, con el telón de fondo de la composición de los comités técnicos que evaluarán a los candidatos de la elección judicial, ambos chocaron en su búsqueda cada uno por lograr mayoría en el quorum de sus comités, compuestos por cinco integrantes. El presidente del Senado, Gerardo Fernández Noroña, salió entonces al paso criticando las operaciones de Monreal: “Nuestro compañero Ricardo Monreal quería tres de las cinco personas que van a evaluar. Esperan un comité faccioso, un comité de compañeros militantes, cuadros del movimiento; no es la intención”. El Rufián Elegante en acción y en ayuda de Adán Augusto.
Aquella oscura noche
La memoria le ha traído recuerdos a Gil. Este pleito lo inventó el expresidente Liópez. Aquella noche que se llevó a las corcholatas a un restorán y repartió cargos para lograr la unidad. Anjá. Liópez Obrador estableció una clasificación de cargos para los candidatos perdedores en los comicios internos que le dieron a Sheinbaum la candidatura. Monreal y López Hernandez, dos veteranos curtidos ambos en el PRI y el PRD fueron incluidos como asesores de la campaña de Sheinbaum, para después pasar a las Cámaras. Ambos fueron durante años los operadores de confianza del expresidente y un cisma entre ellos abonaría las críticas a la cohesión interna de Morena sin Liópez Obrador.
Gilga es mal pensado y siempre consideró que más bien fue el regalo de un frasco con veneno: otro de los perdedores tendría un lugar en el gabinete, Marcelo Ebrard, y hasta el Rufián sacó boleto. Al parecer alguien abrió el frasco y escapan vapores venenosos.
En el pasado estos diferendos los arreglaba el Presidente con un manotazo en la mesa: “Y se arreglan porque se arreglan”. La presidenta Sheinbaum hizo un llamado a ambos líderes parlamentarios a mantener la “cabeza fría”, la “tranquilidad”, y calificó el diferendo como un “asunto menor”. Desde Chiapas, la mandataria aseguró “si (Adán Augusto) tiene algún tema, pues hay instancias para denunciarlo”. Gil cree que este fue el manotazo.
Noroña
El presidente de la Mesa Directiva del Senado, Gerardo Fernández Noroña, consideró que el diferendo entre los coordinadores parlamentarios de Morena en el Senado y la Cámara de Diputados, Adán Augusto López Hernández y Ricardo Monreal Ávila, respectivamente, se deriva de una venganza personal por parte del diputado morenista. Hasta aquí va el pleito en el paraíso.
Todo es muy raro, caracho, como diría Balzac: “En la venganza el más débil es siempre más feroz”.
Gil s’en va
