Política

Maussan con los diputados

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La noticia corrió como fuego en la paja de nuestros días. El reconocido ufólogo, ovniólogo, hombre de cepa y sopa, tomó su lugar en el estrado republicano de la Cámara de Diputados y expuso a seres extraños, increíbles, inasibles, inmarcesibles, sí, lectora y lector: extraterrestres. No vivos, tampoco pidan tanto, se trataba de restos mortales o inmortales, no se sabe, nadie sabe nada.

El diputado Sergio García Luna propició el extraordinario acontecimiento: “Si el gobierno mexicano reconoce que estamos siendo visitados por inteligencias no humanas, será posible profundizar en la investigación sobre el fenómeno ovni, e incluso viajar a otros universos”.

Que nadie se mueva de sus asientos: estamos ante la primera audiencia pública que nuestro país realiza en la materia, a través de un acto en el que además Maussan juró decir la verdad y nada más que la verdad. Gil sí aceptaría un viaje a otros universos, pero no con los diputados, Dios nos libre: “El futuro para nuestros hijos podría ser extraordinario si tenemos el valor de aceptar que nos visitan desde las profundidades del universo”. Un escalofrío recorrió la espalda de Gilga. Solo de pensar que viajaría con los diputados al universo oscuro, se le escaparon algunas lágrimas de miedo.

Delirio

Y no vayamos a empezar: no es posible que los diputados acepten darle voz a Maussan. Gil les jura que ha oído a diputados de Morena pronunciar discursos más delirantes que los de Maussan y a algunos conocidos extraordinariamente parecidos a los seres que presentó el ufólogo en las cantinas de su vida. Hay una edad en la cual ya nada es tan extraordinario.

Sabios

Y cuando todo parecía perdido, Gil no sabe por qué, Maussan presentó a unos sabios peruanos acompañados de unos seres dentro de unas como cajas de zapatos, pero con mortajas escalofriantes. Pequeños seres conservados a través de los siglos: dos restos biológicos no humanos de 60 centímetros que tienen implantes metálicos. Pequeños, eso sí. Una datación de carbono 14, explica Maussan, señala que tienen más de mil años de antigüedad. Se trata de seres fosilizados en minas de diatomea, sí señor, un alga que tiene 17 millones de años antigüedad. Aigoeei.

Mientras ocurría este hecho histórico de fenómenos anómalos no identificados, Gilga pensaba en el universo, en el Aleph y esa cosas comunes y corrientes como los cuerpecitos de los extraterrestres. Y mas sin en cambio, ji, ¿qué tal si estos seres fueran gigantones de tres metros? Y dijeran esto: traigan ante nosotros a Maussan, lo vamos a sacrificar por andar diciendo que somos chaparritos. Ni los diputados podrían defenderlo porque esos seres enormes no tienen compasión y además tienen una inteligencia no humana. Hay una alta probabilidad de que estos seres pidan la presencia de Fernández Noroña para identificarse con él: usted nos interesa: ¿es verdad que quiso ser presidente de la República?

Sensatez

Para fortuna de todos nosotros, no se ha perdido un potosí. Ante la monumental barbaridad que hemos visto hoy, la UNAM ha emitido un comunicado del Instituto de Astronomía: “A pesar de todos los estudios y monitoreo del cielo (…) hasta la fecha no hay ningún reporte observacional o experimental que ofrezca evidencias de la vida fuera de la Tierra o de visitas de civilizaciones de otros mundos”.

¡Aguafiestas! Esto se ponía interesante, hasta teníamos enanitos de mil años y toda la cosa, y aparece la ciencia, el conocimiento que todo lo echa a perder. Finaliza así el comunicado de la UNAM: “Así como los detectives analizan con cuidado la escena del crimen buscando evidencias, los científicos analizan meticulosamente los datos obtenidos en los observatorios. Los primeros interesados en la búsqueda de vida extraterrestre son los científicos y seguirán buscándola con el rigor que exige la ciencia. Citando a Carl Sagan: ‘Afirmaciones extraordinarias requieren pruebas extraordinarias’”.

Gil ya se imaginaba en las posadas celebrando la vida en otros mundos, música de otras galaxias, amores universales y unos chaparritos felices que le pegan a la piñata y cantan la posada con sus velitas y toda la cosa.

Todo es muy raro, caracho, como diría Heinrich Heine: “La verdadera locura quizá no sea otra cosa que la sabiduría misma que, cansada de descubrir las vergüenzas del mundo, ha tomado la inteligente resolución de volverse loca”.


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Gil Gamés
  • Gil Gamés
  • [email protected]
  • Entre su obra destacan Me perderé contigo, Esta vez para siempre, Llamadas nocturnas, Paraísos duros de roer, Nos acompañan los muertos, El corazón es un gitano y El cerebro de mi hermano. Escribe bajo el pseudónomo de Gil Gamés de lunes a viernes su columna "Uno hasta el fondo" y todos los viernes su columna "Prácticas indecibles"
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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