Que nadie se mueva de sus lugares. Esta columna del fondo no estará dedicada al libro de Elena Chávez, El rey del cash, eso ocurrirá mañana. Gil arrastra la cobija. Nada lo consuela. Dicen que las cosas van mal, pero a Gilga la verdad es que le importa un cacahuate. Ya en serio, dejen las mortificaciones que se desprenden del Palacio Nacional. Ja: el Presidente más austero, es un decir, vive en un Palacio. ¿Cómo la ven? Dicho esto sin un albur palaciego.
Ahora mal sin bien: una nota de la redacción de Animal Político informa que “el Presidente propuso que los recursos mostrencos (sin dueño o no reclamados de los bancos) sean destinados para programas sociales y de salud, y no a seguridad”. A veces Gil se siente muy mostrenco, sin dueño, nadie lo reclama. Correcto, pero ¿por qué tiene el gobierno que tomar ese dinero reservado, o si usted quiere olvidado?. Dinero hasta por debajo de las piedras, oh, sí. Luego, el Presidente recapacitó, cosa rarísima y señaló que es necesario que se profundice y revise más el tema, pues todavía tiene que ir al Senado para su análisis y aprobación: “Parece que lo confiscado en el caso de delitos, un porcentaje es para la Federación y otro porcentaje para los estados y para seguridad pública y yo diría ‘no’, que sea para personas con discapacidad, que sea para adultos mayores, que sea para la salud”. Válgale a Dios a Gil, ji, qué rara forma de relacionarse con el dinero. Sirve, pero no sirve; es basura el dinero, pero no tanto; tráiganme la cabeza de Esquer. Oh. Ay, dioses.
Ventanilla
El Presidente propuso, en conferencia de prensa, que estos recursos se entreguen de manera directa a la población, sin intermediarios, “para que le llegue a los que lo necesitan realmente”. Pregunta: ¿puede Gilga recoger en esa ventanilla su dinero?, aunque sea poco, nada le hace, bienvenido lo que caiga.
El Presi siempre la hace de tos, eso no tiene remedio. La tosferina: “fue un lío, un escándalo, de que ahora ya queríamos confiscar las cuentas bancarias, que si nadie reclamaba una cuenta después de seis años, ‘venga para acá’. Para empezar, es una iniciativa de legisladores que tiene que ver con la delincuencia (…) Se aprobó casi por unanimidad… de todas maneras yo pido, con todo respeto, al Poder Legislativo que informen y que se profundice más sobre el tema, como todavía tiene que ir al Senado, hay tiempo”.
Ash, a duro y dale con que sus adversarios lo molestan, cuando en realidad el único que molesta, agrede, infama, injuria es el mismísimo Presidente. Si esto que sigue se los contara Gil, no se lo creerían: López Obrador advirtió que podría haber intereses de los bancos detrás porque “hay mucho dinero que va a quedando en los bancos y, cuando menos, lo hacen sudar a ese dinero, que ya no reclama nadie”. De acuerdo, pero por qué se lo van a agandallar. Total, la Cámara de Diputados avaló con 366 votos a favor, que los recursos sin dueño o no reclamados de los bancos sean destinados a labores de seguridad pública.
Depósitos
Gamés no da crédito y cobranza, cada cosa un problema: de acuerdo con la iniciativa, estos recursos se repartirán de la siguiente manera: 45% a la Federación, 30% a las entidades federativas y 25% para los municipios. Los recursos deberán usarse exclusivamente para equipamiento, infraestructura policial, uniformes, botas y chalecos. “Los depósitos e inversiones vencidas y no reclamadas en el transcurso de tres años cuyo importe no exceda al equivalente a quinientas cuarenta UMA, prescribirán en favor de la Seguridad Pública”. Gilga quiere las UMA, que sólo Dios sabe que sean, pero deben ser valiosas. Por cierto, Gil se apresura a recoger cantidades fuertes de dinero que dejó olvidadas en una cuenta de hace 15 años. Y era una cantidad impresionante, ji, se los jura Gamés.
Todo es muy raro, caracho, como diría Groucho Marx: “¡Hay tantas cosas en la vida más importantes que el dinero! ¡Pero cuestan tanto!”.