Repantigado en el mullido sillón del amplísimo estudio, Gil meditaba: las tropas rusas que desfilaron en la celebración de la Independencia de México demuestran que la invasión genocida a Ucrania no le despierta mayor inconformidad a nuestro gobierno; antes al contrario, considera a Putin un aliado y a su ejército una armada que pelea una guerra justa. Es que de veras, como para volverse loco.
Gil lo leyó en su periódico El Universal en una nota de Tania Juárez: “En el marco del 213 aniversario de la Independencia de México, el gobierno invitó a soldados del regimiento ruso como parte de las naciones amigas que acompañaron en el desfile del 16 de septiembre”.
La embajada de Rusia en México destacó en sus redes sociales la participación del Regimiento Preobrazhenskiy, que es una de las formaciones del ejército ruso creado en 1961: “Es un honor participar en un evento tan importante para el pueblo mexicano. ¡Viva la amistad entre México y Rusia! ¡Viva México!”, manifestó la embajada rusa.
Gamés abandonó el mullido sillón y caminó con las manos entrelazadas en la espalda mientras leía su periódico MILENIO. Ya quedamos en que esto es posible si alguien camina frente a Gilga y le muestra el periódico.
Digámoslo así: Putin ha lanzado una guerra contra un gobierno soberano y cometido crímenes atroces contra civiles, bombardeado inocentes en terribles actos criminales.
Por su parte, la embajadora de Ucrania en México, Oksana Dramaretska, cuestionó la participación de Rusia en el Desfile Cívico Militar en la Ciudad de México.
En un mensaje en X dijo que “el Desfile Cívico Militar en la Ciudad de México ha sido mancillado por la participación de un regimiento ruso: sus botas y manos de criminales de guerra están manchadas de sangre”. La embajadora ucraniana escribió: “¿Qué tan coherente es Sr. @lopezobrador su política de neutralidad y su condena de la agresión de Rusia contra mi país?”.
Y ahí tienen la lectora y el lector, de pasada, otro conflicto internacional. Muy bonito. Entre los países invitados al desfile conmemorativo por la Independencia de México estuvieron El Salvador, Ecuador, Cuba, Colombia, Chile, Panamá, Nicaragua, Nepal, Guatemala, Honduras, República Dominicana, Corea del Sur, Brasil, Belice, Uruguay, Venezuela, Sri Lanka y China. Vamos bien.
Morena se adueña del INE
Con la novedad de que el salón de plenos del INE se usó para que el representante suplente de Morena fuera entrevistado por una propagandista del partido. El mismísimo Eurípides Flores concedió la entrevista.
El consejero Jaime Rivera reprobó el uso del salón de plenos para hacer propaganda a favor de un partido: “No hay una buena razón para que alguien haya autorizado el uso de la sala del Consejo General para ese fin”.
Eurípides se puso flamenco y dijo que las críticas eran por “ignorancia. No les gusta, pero integro el Consejo General del INE y tengo derecho a usar ese espacio”. Pues que se lo presten para celebrar el cumpleaños de su hijo, en el caso de que lo tenga, y si no que organice una fiesta en el salón de plenos.
Nuevo encargado del órgano interno de control
Pero esto no es nada, lector y lectora, pero nada de nada. Lean y verán: Luis Oswaldo Peralta Rivera será encargado de despacho del Órgano Interno de Control del INE luego de que Jesús George Zamora fuera designado titular de la Consejería Jurídica del gobierno del Estado de México.
Aquí está el detalle: Luis Oswaldo fue en el año 2014 registrado por Morena como candidato plurinominal por la quinta circunscripción. ¿No es un poco demasiado, Guadalupe?
Por cierto y cierta, Luis Oswaldo es socio del despacho DGP Abogados cuyos propietarios son además Jesús George Zamora y Horacio Duarte, ex jefe de campaña de Delfina Gómez, gobernadora del Estado de México. A veces todo es tan redondo que no hay forma de sacarle la cuadratura al círculo. Hay más todavía: Luis Oswaldo fue el abogado de Julio César Godoy, ese diputado acusado de crimen organizado que entró en la cajuela de un coche a la Cámara de Diputados para rendir protesta y lograr el fuero que le urgía porque le pisaban los talones.
Todo es muy raro, caracho, como diría Schopenhauer: “La injuria es una calumnia abreviada”.
Gil s’en va