La tragedia de los desaparecidos en México, que desde 1964 a la fecha suman más de 100 mil personas (Comisión Nacional de Búsqueda de Personas), es tan terrible como darnos cuenta de que son más los que actúan indiferentes, de manera ineficaz y de falta de empatía para erradicarla y entender la desgarradora tragedia de las familias de las víctimas.
Sociedad y autoridades en general podrían catalogarse por sus escasas o nulas resoluciones como los otros desaparecidos ante esta situación de violencia, por la insuficiente participación para prevenirla, para combatirla y la gran impunidad para castigarla. Porque “ es un problema de todos: de la sociedad en su conjunto y de toda la humanidad” (Comisión ONU para los derechos humanos).
Nuestra nación se encuentra entre los primeros lugares del mundo en alcanzar estas cifras tan alarmantes -junto con Siria y Colombia- que significan la desaparición de una persona cada dos horas por día, y se sabe que los motivos son por pelear las plazas del narcotráfico, operaciones del crimen organizado y políticos (CNB).
Sabemos que en este país siempre ha habido desapariciones, pero no se habían aceptado como tales ni existían investigaciones confiables sobre ello. Pero desde el 2006, con la guerra contra el narcotráfico del gobierno de Calderón, que sacó al Ejército a las calles, se empezó a saber de las cifras, que hoy del total, representan la tercera parte del gobierno de AMLO.
Ahora podemos saber por las organizaciones de gobierno o de ciudadanos relacionadas con el tema, que los estados con mayores desapariciones son Jalisco, Tamaulipas y el Estado de México, que 75 por ciento de ellos son hombres de 15 a 40 años, y el resto mujeres y hasta menores de edad y niños, que son ejecutados en mayoría por la delincuencia organizada.
Ante esto, todos los involucrados en los casos de las victimas claman porque exista un plan nacional de prevención que sea acorde con las dimensiones del problema, porque a pesar de los esfuerzos de la actual administración que ha implementado, como la Ley de Desapariciones, Banco Nacional de Datos forenses, Programa de Nacional de Exhumaciones e Identificación Forense, aún se siguen buscando incluso por iniciativa de los familiares de los desaparecidos.
Y por eso casi todos los días en diferentes estados se dan manifestaciones para que las autoridades los encuentren o en su caso castiguen a los culpables, que por desgracia solo el 2 o 6 por ciento se judicializa los casos, lo que representa un alto índice de impunidad- Comité contra las Desapariciones Forzadas-
El abandono, la pobreza y la falta de políticas públicas eficaces de los anteriores gobiernos y de mejora de estrategias actuales, así como la poca implementación de valores en la sociedad mexicana, ha hecho que las desapariciones forzadas existan en nuestro país, como uno de los peores recursos de la delincuencia para ser impunes.
Todo tipo de violencia en México debe ser abatida con la participación de todos los sectores, como son el educativo, los medios de comunicación, las iglesias, el gobierno y por organismos civiles que refuercen valores y conductas del bien.
Cuánto podemos asombrarnos de la maldad, pero no está tan lejos de los discursos de odio hacia la actual administración, ni de muchos allegados que la practiquen.
Gemma Medina Aréchiga