Cultura

Sintonía fina

  • Semillas de conciencia
  • Sintonía fina
  • Gabriel Rubio Badillo

Hace algunas décadas existieron unos aparatos de televisión que poseían dos perillas concéntricas para sintonizar los canales. La perilla externa y por ende más grande, servía para cambiar de una frecuencia a otra buscando los diferentes canales de transmisión. Se le conocía como “de sintonía gruesa”, y no servía por sí sola para garantizar la nitidez y calidad de la imagen. De esto último se encargaba la perilla interna más pequeña, denominada “de sintonía fina”, y permitía justamente mayor precisión mediante movimientos más lentos y cuidadosos en el proceso de clarificación de las imágenes transmitidas.

Los seres humanos, por lo menos en teoría, poseemos simbólicamente esas dos herramientas de ajuste sobre nuestras reacciones emocionales. Somos capaces de distinguir qué tipo de situaciones ameritan determinadas respuestas verbales o conductuales. Distinguimos momentos en donde es preciso reaccionar de manera airada de inmediato para frenar una injusticia por ejemplo. Circunstancias radicales donde no se precisa una meditación a fondo para nuestras respuestas emocionales. Pero también poseemos la capacidad de empatía y consideración: habilidades emocionales de sintonía fina que nos permiten saber con mayor tacto, el trato que debemos darle a las personas mediante una reacción meditada y filtrada por la prudencia y el buen tino. Es el tipo de ajuste que necesitamos hacer cuando pensamos reclamarle a alguien que ha procedido de manera errónea con nosotros, nos medimos y cuidamos nuestras palabras porque puede tratarse de un ancianito por ejemplo, o de una persona que se encuentra muy ofuscada por algo grave que le ha ocurrido. Esa habilidad emocional nos permite ser considerados con la gente y dulcificar nuestro tono de voz para explicarles de una mejor manera nuestros derechos, e incluso para hacer lo que está en nuestras manos por ayudarlos. El mundo necesita muchísima capacidad para la sintonía fina.

Una gran cantidad de personas parece estar dotada solamente de la perilla gruesa: son egoístas e intransigentes, incapaces de ponerse en el lugar del otro. Por gente así es que este planeta está de cabeza y lleno de lagrimas. Nos falta una perilla.


Google news logo
Síguenos en
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.