nuestro gran problema no es la falta de fe. Nuestro problema es la autoestima. La gente cree firmemente en Dios... Lo que en el fondo no puede creer, es que Dios pueda voltear a verla e interesarse en ella.
Cuando la duda de ser merecedor de Dios te asalte, solo voltea a ver la perfección y la grandeza del universo... ¡Tú eres parte de ella! Si no fueras maravillosamente importante para el Gran Creador, simplemente no te habría incluido en esa obra.
No necesitamos más milagros; tu sola existencia es uno de ellos... Y cuando empiezas a ser un instrumento del Creador, cuando te nace dar y ocuparte de los que te rodean, del “más pequeño de sus hijos” ahí es donde ocurre el milagro.
Algunos se preguntan dónde está Dios ante las injusticias. Pues está ahí: en el corazón de esos que nos asombramos ante el abuso y estamos dispuestos a hacer algo. Nos dio herramientas y capacidades para oponernos ante la injusticia. Es hacer que cada día cuente.
Si te quedas cruzado de brazos para evitar “meterte en problemas”, ¿con qué cara cuestionas a Dios? Digo, no se espera que te hagas cargo de tareas titánicas. Hay cosas muy simples que tenemos a nuestro alcance. La hambruna no solo es tarea del Gobierno.
Si la gente y los restaurantes se organizaran para dejar de tirar tanta comida a la basura a diario, el hambre de un país no tendría razón de ser. ¿Por qué culpamos a Dios de eso? Es una postura cínica.
Cada que eres capaz de pensar en términos de “nosotros” y dejar el “yo”, cada que te esfuerzas en salir de tu individualismo y del egoísmo, para mirar las necesidades de la gente, y dejar de pensar solamente en tus cosas; ahí se opera un milagro.
Y no se si logres cambiar al mundo con eso; pero en definitiva, el pedazo de mundo donde te tocó nacer, será mucho mejor que antes de que estuvieras aquí. “Piensas demasiado en ti mismo. Por eso tienes solamente problemas”, decía el Nagual Juan Matus.
Asegúrate de que tu día no termine sin haber hecho algo especial por otra persona. Eso hará que sigan ocurriendo los milagros. Eso te hará sentir valioso y encontrarle significado a tu vida. Estarás cumpliendo la más sagrada de las tareas: amar a tu prójimo como a ti mismo. _