Este 21 de diciembre empieza oficialmente el invierno, la estación del año en que la Tierra, en su movimiento de traslación de 365 días, se aleja más del Sol, acercándose más a él a partir del día 21 de marzo, en que empieza la Primavera.
El invierno -casi no vale la pena decirlo- desde luego que ya existía cuando el niño Dios, nació hace 2023 años; por lo que el invierno y la Navidad se asocian, siendo ésta la época del año que inspira a escribir sobre ella a pensadores como Ignacio Manuel Altamirano, uno de los más grandes liberales mexicanos del siglo XIX.
Altamirano, en el cuento “Navidad en las Montañas”, narra sucesos acaecidos un 24 de diciembre, en un pueblito; describiendo la geografía del lugar, exaltando el papel del cura, enalteciendo la labor del profesor, ensalzando el desempeño del alcalde, y narrando el amor accidentado de un joven y una muchacha.
Como pocos Altamirano describe los valles, las montañas, los bosques y el maravilloso paisaje de esa región del estado de Guerrero, horas antes de que se ocultara el Sol, del día de la Nochebuena, sumamente fría; que le hace recordar su feliz infancia en navidad con su familia, los nacimientos, las misas de gallo, los pastores, los bolos, las piñatas y los reyes magos.
Para Altamirano el nuevo cura es muy distinto a los anteriores, pues para él es un “demócrata o discípulo de Jesús”; porque enseña el evangelio con el ejemplo; con lo que se gana el cariño del pueblito; no como los anteriores que explotaban la fe, la ignorancia y el fanatismo de los creyentes en provecho propio; y ve que el maestro y el alcalde son igualmente progresistas como el cura.
La navidad narrada en este cuento fue propicia para el amor que hizo posible que una muchacha y un joven reclutado en el ejército a la fuerza, recibieran la aprobación de los padres de ella y el beneplácito del cura para casarse, teniendo como testigos al profesor, al alcalde, y al pueblito; que festinaron el matrimonio precisamente en una navidad en las montañas.
Han transcurrido 153 años de que Ignacio Manuel Altamirano, escribió Navidad en las Montañas; y hasta nuestros días la navidad que allí describe sigue siendo propicia para el amor, que es un valor absoluto: eterno en el tiempo e igual en todas partes del mundo.