Desde el nacimiento hasta los 7 años, los seres humanos somos un disco duro que registra de forma verbatim lo que perciben los sentidos. Este disco duro es el cerebro, y en él se construye la programación que va a manejar nuestro comportamiento futuro. Pero esta programación, para el sujeto, será invisible. Una persona se comportará así y de tal manera sin saber por qué. Esta programación se halla en el inconsciente.
De esta manera se reproduce la idiosincrasia familiar. Cada miembro llega a ser la colectividad por medio de la imitación autoreproducida o inducida. Un hijo es su padre, una hija es su madre; de ellos aprenden hábitos, el manejo de las emociones, el valor de factores externos sobre el seno interior, la magia o el miedo de ciertos símbolos; en sí, los relatos que dan significado a la desorganizada materia de la realidad.
Un grupo de investigadores de la University of California en Los Angeles ha construido uno de los primeros traductores de expresiones bebísticas. ChatterBaby es una aplicación de computadora queanima un algoritmo que interpreta los sonidos del bebé y los relaciona con sus necesidades específicas del momento. ChatterBaby no sólo nos dice que el bebé está llorando, sino que nos dice el por qué.
El algoritmo es el resultado de una base de datos de cientos de niños cuyos sonidos han sido grabados e interpretados posteriormente. Acierta en el 90% de las veces. Se utilizó en su origen para ayudar a padres sordos que necesitaban ayuda con el cuidado de sus hijos, y ahora está disponible al público en general.
Este es el primer paso para abrir la comunicación entre seres humanos antes de la aparición del lenguaje gramatical. Es también un salto significativo para los padres en la creación activade ese programa secreto, muy difícil de modificar después de la infancia primera, que es el “algoritmo” de nuestro inconsciente.
Me pregunto qué capacidades desarrollarán esos niños que se comuniquen con sus padres con un literal abrir y cerrar de ojos desde una edad tan temprana. Eso sí, siempre se necesitarán unos buenos padres para la crianza, pues tendríamos que admitir que somos quien nos han hecho ser, y un mundo igual heredaremos en ese blanco universo dekilo y medio que es el cerebro, el verdadero hijo nuestro.
Twitter@fernofabio
