De acuerdo con Edwin Sutherland la criminología es una disciplina que se centra en el estudio del crimen como un fenómeno social, esto implica observar que en toda actividad criminal se identifican interacciones sociales a nivel micro, macro y mesosocial.
En ese tenor, se comprende que el crimen no es el resultado de factores biológicos o psicológicos individuales, sino que es el resultado de las relaciones de poder y posiciones culturales de todas y todos los involucrados en la sociedad.
Su teoría se basa en la premisa de que las personas aprenden a cometer delitos a través de la asociación con otros individuos que ya están involucrados en comportamientos delictivos.
Esta hipótesis invita a repensar las estrategias de prevención y reinserción del delito, que comúnmente se centra en lo individual y poco o nada en los grupos u organizaciones que se encuentran en potencia para cometer delitos.
Para comprender la dimensión de su propuesta propone el concepto de asociación diferencial para explicar el proceso mediante el cual las personas aprenden las actitudes, valores y técnicas necesarias para cometer delitos a través de sus interacciones con otras personas.
Estas asociaciones pueden ocurrir en diversos entornos, como la familia, la escuela, los amigos y la comunidad.
No obstante el autor refiere que no solo se aprenden técnicas específicas para cometer delitos, sino también el contenido de las normas y valores que favorecen el comportamiento delictivo.
Este aprendizaje es un proceso gradual que implica la internalización de actitudes criminales, los individuos que están expuestos a normas que justifican el comportamiento delictivo son más propensos a participar en actividades delictivas.
Por lo tanto, para Sutherland, la contención de la criminalidad no se encuentra en la profesionalización de más policías, tampoco en la construcción de más centros penitenciarios, mucho menos en el incremento de las penas.
