La detención en Estados Unidos de Genaro García Luna, ex secretario de Seguridad Pública durante el sexenio de Felipe Calderón Hinojosa y acusado de falsear declaraciones así como tener nexos con el narcotraficante más famoso de la historia, Joaquín "El Chapo Guzmán", cimbró también el gabinete del gobernador Alfredo Del Mazo Maza en el área más sensible de su administración: la seguridad pública.
Con Felipe Calderón, derrotado tanto en lo político como en lo social, la figura de la actual titular de la Secretaría de Seguridad del Estado de México, Maribel Cervantes Guerrero, se mantiene en vilo al ser una de las piezas claves durante la gestión de García Luna en las administraciones panistas, en las estrategias y en las políticas públicas atribuidas.
La actual funcionaria mexiquense acompañó a Genaro García desde 2001 -en el sexenio de Vicente Fox- como titular de la Agencia Federal de Investigación y a la par Maribel Cervantes fungía como su coordinadora de Asesores.
En 2003, Cervantes asumió la subdirección de Estudios sobre Crimen Organizado del entonces Centro de Investigación y Seguridad Nacional (CISEN) -ahora Centro Nacional de Inteligencia- y fue nombrada como subdirectora de Asuntos Extranjeros en donde destaca su responsabilidad en la coordinación de tareas de inteligencia táctica y operativa, del programa de contraterrorismo y contrainteligencia del CISEN. En ese año, García Luna fue candidato a dirigir la Organización Internacional de Policía Criminal, la Interpol, gracias a las aportaciones de la unidad de asuntos extranjeros que sub dirigía Cervantes Guerrero.
El 7 de marzo de 2007, Genaro García presentó la Estrategia Integral para la Prevención del Delito y Combate a la Delincuencia, dos años después Cervantes Guerrero fue nombrada jefa de la División de Inteligencia Policial de la Secretaría de Seguridad Pública Federal, teniendo la responsabilidad de coordinar las tareas de inteligencia relacionadas con la delincuencia organizada, así como implementar el programa contra los delitos cibernéticos.
En 2012, el último año de Felipe Calderón como presidente, la designaron comisionada general de la Policía Federal, responsable de garantizar la prevención de crímenes así como mantener y restablecer de la seguridad pública hasta el término del sexenio panista.
La presunción -rayando en pedantería- de Felipe Calderón Hinojosa para declararle la guerra al narcotráfico trajo consigo la época más violenta del país y se derrumba hoy con el proceso legal que Estados Unidos lleva en contra de Genaro García Luna -el pulcro policía del panismo- así se demuestra la relación entre el narcotráfico y el entonces gobierno. En menos palabras, un narcogobierno. Atentos.