Política

Democracia muda

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  • Fabián Pulido

Hace más de 16 años los políticos del sistema hegemónico mexicano se apropiaron de las palabras “progreso”, “bienestar” y “democracia” como caramelos para un electorado ignorante, inmaduro y cómplice.

El primero, aquel sumido en la ignorancia, fue históricamente incubado gracias a las políticas paternalistas de un gobierno federal priista que todo lo sabía, todo lo mandaba, todo lo podía: “Carro completo señor presidente”.

El electorado inmaduro (segundo en la lista) propio de una sociedad naciente y pos revolucionaria, con instituciones de frágil interés por el bien común como el Partido Nacional Revolucionario (padre del PRI), sorteó también por años, como un delgado bambú, los fuertes vientos del engaño de un sector de megalómanos que, elección tras elección, jugaban con su tiempo y con su dinero convertido en erario.

El tercer electorado, el cómplice, es, de los dos anteriores, el que más ha crecido y el que más se ha arraigado.

Hablo de un sector pequeño pero influyente que, por recibir un beneficio laboral o monetario, mantiene en el poder o pretende regresar a él, a políticos indeseables de muy malas calificaciones.

Y cuando digo “cómplices” no me refiero a la gente humilde que “vende” su voto por despensas. Me refiero a los burócratas, sindicatos, subdirectores, directores, empresarios contratistas, sus familiares y amigos que se creen beneficiados del gobierno en turno o de un “sistema”.

Pensándolo bien, dicho sector con nombre y apellido en la lista nominal (ésa que Dante quiso cambiar por canicas) no es tan pequeño como aparenta y su crecimiento es tan dinámico y proporcional a la corrupción de nuestros gobiernos, como a las leyes insipientes que lo permiten.

Yo quise hablar de una “democracia muda” por la imposibilidad que tienen los servidores públicos de hablar o dar declaraciones propias a su cargo por una mentada “veda electoral”, que de republicana no tiene nada (mucho menos de liberal).

Quise hablar de una democracia “muda” por las absurdas reglas que los consejos empresariales e institutos electorales ponen en sus debates donde la “calumnia” no tiene cabida so pena de apagarte el micrófono.

Quise hablar de una democracia “muda” donde los periodistas mueren por hablar, los ciudadanos callan por miedo y donde las campañas están vacías de soluciones reales.

Quizá por eso inicié con la raíz de este todo. Un todo democrático de pantanoso cimiento rodeado de ignorancia obligada, inmadurez inducida y conveniencia arraigada.

Twitter: @FApulido

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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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