El Estado Libre y Soberano de Jalisco, como entidad política integrante de la Federación Mexicana, jugó un trascendente papel precursor histórico en la definición legal de los derechos laborales de las mayorías trabajadores.
Eran los tiempos de la efervescencia social de los países industrializados de entonces, y el gran debate, y hasta forcejeo, era precisamente ese reclamo social de las mayorías. Tiempos de fuertes represiones contra las demandas trabajadoras, principalmente de las masas inmigrantes.
En nuestro país: ya se habían dado las tragedias represivas de Cananea (encarcelado el propio Diéguez) y Río Blanco.
El 7 de octubre de 1914, firmado por el gobernador provisional constitucionalista de Jalisco, Manuel Aguirre Berlanga en licencia de Manuel M. Diéguez, el decreto 39, fijó los salarios mínimos (50 centavos para los acasillados) instituyó la jornada de trabajo en nueve horas, el pago en moneda de curso legal y prohibió las tiendas de raya.
Transcurría todavía el ajuste bélico y político, de contienda por el poder entre las diversas facciones de la lucha revolucionaria.
Antes del gran Acuerdo Nacional de febrero de 1917 entre los representantes electos, agrarios, obreros y magisteriales, incluso los electos por los grupos conservadores y aun reaccionarios, como fue el caso de Félix Fulgencio Palavicini.
Incluso antes del Pacto celebrado entre la Revolución Constitucionalista y la Casa del Obrero Mundial, firmado en Veracruz el 17 de febrero de 1915.
Poco sabemos de la aplicación real de esta disposición legal de los derechos laborales en Jalisco.
Lo que sí sabemos es la furiosa reacción política de los integrantes de la alta sociedad de Jalisco, incluida la jerarquía religiosa, que en automático se inclinaron por la facción villista.
Como hemos mencionado en otras ocasiones, nada empieza de cero. La tormentosa historia de la nación mexicana y de su conflictiva formación tiene un conmovedor precedente histórico, que se da precisamente en su eclosión: la Insurgencia.
Desde el primer movimiento nacional: la Insurgencia, están vivos y latentes los grandes problemas nacionales, gestados por el régimen virreinal; el más importante de todos: la relación propiedad-trabajo.
En los Sentimientos de la Nación dijo Morelos (21 de noviembre de 1813) “Que como la buena ley es superior a todo hombre, las que dicte nuestro Congreso deben ser tales, que obliguen a constancia y patriotismo, moderen la opulencia y la indigencia, y de tal suerte se aumente el jornal del pobre que mejore sus costumbres, alejando la ignorancia, la rapiña y el hurto”.
P.D. Jalisco cuenta con otro amplio reconocimiento internacional: las intermunicipalidades de disposición de residuos sólidos. Hemos contado con las visitas de reconocimiento de la Organización Internacional de Residuos Sólidos, incluida la entonces alcaldesa del municipio de Lourdes en Francia.