Me cuenta la historiadora Ángeles González, sin contener la risa, una anécdota de la década de los noventas que sugiere, obligó de manera curiosa al rescate del hoy bellísimo Centro Histórico de la evolucionada CdMx: "La Doña", María Félix, dijo en cadena nacional en tiempos de protagonismo de don Jacobo Zabludovsky, que el corazón del otrora DF “olía a orines”.
¿Imagina? La leyenda del cine mexicano no visitaba el corazón de su ciudad, y ello dio la vuelta al mundo.
Mi pregunta secundó el recuerdo de Ángeles: ¿Y las ciudades que no tienen a María Félix? ¿Quién tendría que decir que Tampico también huele a orín?
Nadie puede negar eso… o no han ido a los miradores de la calle Rivera, por ejemplo.
La cronista del Centro Histórico de la Ciudad de México asegura que sus ciudadanos deben presionar para que se logren las cosas porque “los políticos luego no entienden bien lo de la cultura”.
“Ya nos cargó el payaso”, pensé.
Es la misma gente la que ensucia, la que se opone a algunos cambios, la que no respeta al peatón, la que orina, luego la ignorancia u omisión corrupción de la élite del poder.
Tras el tino de "La Doña" la provincia siguió su lucha por la defensa de la falda urbana. En Tampico a finales de los noventas se creó el Fideicomiso del Centro Histórico y se rescataron un par de docenas de inmuebles; después se limpió la ciudad… y ya años después el Ficehtam quedó igual que los edificios que no rescató (hoy, desde hace meses, ni siquiera tiene una titular); la ciudad se ensució; la prostitución tomó un sector; crecieron las propiedades baldías; el transporte público ‘afea’ con su anarquía; el ambulantaje se apoderó de las banquetas; y en últimas semanas, es inseguro.
Y Madero, bueno, sigue siendo el Madero de hace décadas.
Tampico ha hecho un esfuerzo, y los esfuerzos no son suficientes. Aplicó obra pública (lo cual es pleonasmo del servicio público), pero motivó la inversión, el interés de repoblar está lejano y su plusvalía es falsa
¿Has caminado para el este de la ciudad, la Isleta? Unas cuadritas.
Tampico no es CDMX, o sea que no es referente mundial y no tendrá la misma atención a menos que revivan a "la doña" y diga que Tampico huele a orines, y lo que se ha hecho aún es poco; limpieza, orden, vigilancia es lo mínimo para empezar, antes de quitarle la política al Ficehtam.