Política

López Mateos y el modelo de ciudad

López Mateos  y el modelo de ciudad. ENRIQUE TOUSSAINT
López Mateos y el modelo de ciudad. ENRIQUE TOUSSAINT

“La historia ocurre dos veces: la primera vez como una gran tragedia y la segunda como una miserable farsa”. La frase fue acuñada por el viejo Marx. Siempre me ha parecido una extraña reflexión de alguien que entendía la historia como una línea recta. La progresividad es la antítesis de la repetitividad de la historia. No obstante, da en el clavo. Y cuando hablamos de Guadalajara como proyecto de ciudad, la frase tiene aún más sentido.

López Mateos simboliza todos los errores y fracasos de las últimas cuatro décadas. La apuesta irresponsable por su majestad el automóvil privado ha arrasado con todo a su paso. Una avenida que pudo ser arbolada, con camellones y caminable se convirtió en un estacionamiento kilométrico. Una avenida que cruza la ciudad de Norte a Sur y que materializa la anti-ciudad. Kilómetros y kilómetros de cotos, fraccionamientos y comunidades cerradas que sólo se comunican con el exterior a través del auto. López Mateos es nuestro gran fracaso como ciudad.

El Gobierno del Estado convocó a un diálogo con vecinos, académicos, especialistas y distintos sectores para definir qué se hace con López Mateos. Los diálogos pueden ser más lentos que las decisiones unipersonales, pero si se conducen correctamente son instrumentos que dotan de amplia legitimidad social a la acción del gobierno. Al final, es el gobierno quien debe tomar la decisión. Para eso los elegimos. No obstante, escuchar siempre es aconsejable para cualquier gobernante.

Ahora, ¿qué no debemos hacer? Profundizar en la descomposición. López Mateos es un fracaso y eso debería ser un diagnóstico compartido. Lo es para autos, bicis, peatones o transporte público. Hacer lo mismo y esperar resultados distintos es sinónimo de locura (Einstein, Dixit). Si nos gastamos mil millones de pesos en pasos a desnivel y no funciona, ¿por qué pensamos que ahora sí? Si se han ido recortando áreas verdes para poner asfalto y aguantar islas de calor insufribles, ¿por qué pensamos que ésa debe ser la ruta?

López Mateos es más que un fracaso como avenida. Es un fracaso como modelo de ciudad. Al estilo de los suburbios de las ciudades gringas, las clases medias tapatías aspiraron a salirse de la ciudad para vivir felices en algún coto que te promete el paraíso, el cielo o algún oasis. La publicidad es inequívoca: vente a vivir para acá, tráete a tu esposa, hijos y perritos. Te ofrecemos seguridad tras muros y casetas de vigilancia. No tienes por qué salir. La ciudad es peligrosa. De la casa al trabajo. Luego al súper o al shopping mall e igual al gym. Guadalajara es una de la ciudad de América Latina con mayor desarrollo de comunidades cerradas. López Mateos es una oda a ese sueño tapatío de tener una casita y huir del bullicio de la urbe.

El problema es que esas decisiones no sólo han tenido impacto en la vida cotidiana de los tapatíos. También ha provocado que una buena parte de la población se enajene de los debates públicos sobre la ciudad. El modelo de desarrollo urbano basado en las “vías rápidas” y en los muros, diluye el capital social. La gente participa menos en sus barrios y con sus vecinos. Una ciudad de extraños. Incluso, como lo ha probado Robert Weldinger -académico de la Universidad de Harvard- el desarrollo urbano basado en el asfalto, el auto y los suburbios provoca “soledad”. Al romper los vínculos colectivos, nos hacen más individualistas y menos felices. Hay una relación directa entre vida integral (social y colectiva) y felicidad.

Por lo tanto, López Mateos es un fracaso político, social y económico. Para recuperarnos es fundamental pensar desde cero. Pongo como ejemplo el Periférico. Falta mucho para que la avenida más larga de la ciudad se convierta en un espacio habitable y menos peligroso. No obstante, la introducción del BRT, así como las ciclovías, ha comenzado un proceso de recuperación de la arteria más peligrosa de la ciudad. Creo que el Gobierno debería ser más ambicioso, pero poco tiene que ver el periférico de hoy con aquél que soñaron los gobiernos panistas: una avenida del auto, para el auto y sólo el auto.

Entiendo que los cambios deben ser graduales y no pretendo saber más que los especialistas en la materia. A pesar de ello, López Mateos bien se podría mirar en el espejo de Periférico. De poco en poco, gradualmente, pero introducir transporte público, ciclovías, más arbolado. Ser más exigentes a la hora de impedir que el transporte de carga colapse la vía. Articular López Mateos con el transporte masivo del periférico. Analizar si los pasos a desnivel funcionan o si sólo han sido imanes que atraen más y más congestionamiento. Quitémonos de la cabeza que no es posible destruir lo construido -si fue un error. Pensar en treinta, cuarenta o cincuenta años. ¿Qué ciudad queremos? ¿La de López Mateos?

Enrique Toussaint
Google news logo
Síguenos en
Enrique Toussaint
  • Enrique Toussaint
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.