Política

El PRI ya no volverá

El Partido Revolucionario Institucional (PRI) enfrenta las elecciones del domingo con todos los pronósticos en contra. Si bien le va, en alianza, podría retener poder en Durango. El resto de las gubernaturas se irán para Morena y Aguascalientes quedará en Acción Nacional. La descomposición electoral del PRI es tan grande como su hegemonía de más de setenta años. ¿Cómo es posible que un partido que hace cuatro años tenía la Presidencia de la República hoy esté en riesgo de extinción? ¿Por qué el partidazo que tenía 19 gubernaturas en 2015 hoy está rascando dos sillas estatales que podría perder en 2023? ¿Por qué el PRI no se podría levantar como lo hizo en 2012?

La tragedia del PRI fue la corrupción. Es el pecado que la ciudadanía no perdona. En el sexenio de Enrique Peña Nieto se robaron hasta la última hoja de papel. El PRI quedó marcado como el partido de la corrupción y, hoy, 56% de los electores dicen que NUNCA votarían por el tricolor. El partido que genera más rechazo en el país.

Sin embargo, al pasado se añaden tres elementos del presente. El primero, Morena le robó el discurso nacionalista. El PRI era el partido de México, en sus siglas llevaba la bandera. Una parte de la legitimidad del PRI era precisamente que se asumía como el único partido nacional y mexicano. El PAN era señalado de heredero del conservadurismo y la izquierda de satélite de la Unión Soviética. Morena es ahora el símbolo del nacionalismo revolucionario y el PRI se quedó sin esa legitimidad histórica.

Un segundo: el PRI pierde la estructura territorial. El tricolor volvió en 2012 por la fuerza de los caciques estatales. Los virreyes entronizaron al partido de Peña Nieto. La corrupción de los Duarte, Borge o Yarrington les enterraron. El PRI entregará dos gubernaturas en 2022 y seguramente sus últimasdos en 2023. Se acabó el partido de la superestructura.

Tercero: el liderazgo político del PRI es minúsculo. Alejandro Moreno ha demostrado que es incapaz de trazar un rumbo definido para su partido. Tiene una larguísima cola que le pisan a diario. Los audios que se hicieron públicos la semana pasada es el último clavo en el ataúd de un Moreno que no genera ninguna confianza. El PRI está acusado de corrupción, no tiene estructura y no tiene líderes, ¿quién apostaría un peso por la resurrección del otrora partidazo?

El PRI no desaparecerá de la noche a la mañana, pero sí se convertirá en un partido residual. Un partido más cercano al Verde o al PT y menos capaz de competir en todo el país. Me parece que lo que queda del PRI ya tiene tomada la decisión: será parte de la coalición opositora en 2024. Es la decisión correcta, pero eso no elimina los costos. Una buena parte del partido, como lo han hecho muchos gobernadores, se irá a Morena. El PRI quedará en huesitos y se convertirá en un satélite del PAN, el partido fuerte de la coalición rumbo a 2024. El PRI agoniza y los resultados del domingo serán un párrafo más de su epitafio.

Enrique Toussaint


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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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