“Al despertar Gregorio Samsa una mañana tras un sueño intranquilo, encontrose en su cama convertido en un monstruoso insecto.”
Franz Kafka
El próximo 14 de septiembre, habrá un cambio en la gubernatura del Estado de México, luego de casi un siglo, el partido oficial, entregará a un gobernante emanado de otro partido las riendas del Estado más importante de nuestro país, y, por si fuera poco, será una mujer quien comande el rumbo y destino de este gran Estado.
Delfina Gómez, será la primer gobernadora mujer y además emanada de un partido distinto que gobierne el Estado de México luego de casi 100 años.
Y ¿Qué significa un cambio en el Estado? Los retos y oportunidades son tan grandes, que la respuesta puede ser más difícil y sofisticada de lo que imaginamos.
Seguridad, Servicios, Infraestructura, Conectividad, Desarrollo Social, Desarrollo Económico, entre otros, serán retos que habrá de enfrentar este gobierno entrante, sin saber a ciencia cierta el margen de maniobra con el que cuentan.
Se dice que los recursos son limitados, que los compromisos en el partido ganador son grandes además de múltiples más adquiridos con la oposición. Lo único cierto, es que, si realmente quiere hacer historia y mejorar la calidad de vida de los mexiquenses, tendrá que tomar decisiones prudentes, maduras y con una visión de reconciliación y transformación profunda poniendo al centro de sus decisiones al ciudadano.
Por el bien y por la esperanza de muchos, sería maravilloso ser testigos de algo extraordinario, planteamientos modernos, dinámicos, visionarios y honestos para encauzar el rumbo de nuestro Estado.
Un gran desafío es el que se enfrenta, en verdad hay que ser muy valiente para saberse responsable de tomar las riendas del Estado que pudiera ser incluso un país por su población y por su PIB.
Existe la incertidumbre entre los empresarios si la transición será tersa y casi imperceptible o si los trámites gubernamentales se detendrán y retrasarán proyectos como sucedió en la Ciudad de México al entrar Sheinbaum en muchos casos por más de 2 años.
Por otra parte, existe la esperanza también de que el gobierno entrante llegue con bríos y deseos de generar las condiciones de bienestar y desarrollo económico de inmediato y con ello marcar una clara diferencia entre lo viejo y lo moderno.
Faltan solo unas horas para que comencemos a ver si las cosas continuarán como estaban, emporarán o mejorarán, lo único que es una certeza, es que jamás habíamos vivido un suceso como el que estamos por atestiguar.
¿Será un monstruoso insecto o una mariposa lo que veremos salir de ese sueño de transformación de nuestro Estado?
Ojalá y que esto que atestigüemos sea el inicio de una cadena de éxitos en su gestión y no simplemente la derrota de un sistema que ya se había agotado. No es lo mismo ganar una elección que día a día ir ganando en tener un mejor ejercicio de gobierno.
Le deseo el mayor de los éxitos a nuestra próxima gobernadora y a su gabinete ya que de ello depende el futuro del Estado de México y hasta del País.