Todo giraba en torno a un acuerdo tácito entre los dueños del Congreso del Estado y el gobernador Samuel García; la Constitución por la Fiscalía General, la Constitución por un informe terso, la Constitución por la paz política; un precio demasiado alto.
Quizá por ello y aun cuando los acuerdos en los pasillos de la sede del Legislativo indicaban que todo corre con normalidad, llegó la sorpresa del amago de veto a el ex procurador Adrián de la Garza, ya con anterioridad el Consejo Cívico, así como diputadas emecistas señalaban que no necesariamente estarían los mejores perfiles.
El Ejecutivo adelantó que podría aplicar un veto a quien sea nombrado fiscal en caso de que cuente con un perfil cuestionado; si a ello sumamos las acusaciones de un “proceso a modo” para que llegue al cargo una persona determinada no es de extrañar que ayer el gobernador se manifestara por un posible veto.
Y es que el veto es posible, el Ejecutivo tiene la facultad para oponerse a la designación de algún candidato a ocupar la silla “independiente” de la Fiscalía. El veto en sí mismo es un acto en el que el Ejecutivo participa de la función legislativa.
Aún se está a la espera de que el comité de selección abra la convocatoria y envíe las mejores propuestas de candidatos para ocupar la Fiscalía General de Justicia de Nuevo León, aún se está a tiempo de planchar lo que se tenga que acordar, porque en el palacio de cantera se dice: “Espero que lleguen los mejores perfiles, si me llegan perfiles cuestionados, politizados o que no van a colaborar con seguridad pública, voy a tener que aplicar el veto”.
De conjurarse la llegada del ex procurador veremos de qué está hecho el gobernador, si se da un veto, de castigo o no, y si éste no afecta los acuerdos subsecuentes, no solo la implementación de las leyes secundarias de la reforma integral a la constitución, sino del presupuesto que también depende de la aprobación de los legisladores.
PAN y PRI tienen los votos suficientes para contener el ánimo del Ejecutivo previo al análisis del presupuesto, de la glosa del Primer Informe y de la llegada o no de un fiscal carnal.
Enrique Burgos-Véliz@enriqueburgosv