En la ya anticipada sucesión hay dos mujeres que encabezan las preferencias respecto a los demás: una, de gira por el país ya es tratada como la elegida para ocupar la silla de Palacio Nacional; la otra recién incorporada a sus labores y sin haberlo decidido sabe que hay una silla con su nombre en el Senado de la República.
Cuando se decía que el país estaba listo para que lo gobernaran mujeres existía duda si en el norte de México se aceptaría. En el norte siempre se ha dado paso a la mujer, dos de los seis estados norteños son gobernados por mujeres.
Hace unos días la jefa de Gobierno capitalino, Claudia Sheinbaum, impartió en el Gimnasio Nuevo León Unido, de Monterrey, la conferencia Políticas públicas de gobierno al servicio de la ciudadanía. Durante el mensaje, Sheinbaum agradeció a Samuel por recibirla en su casa y permitirle conocer a Mariel García Rodríguez, hija que comparte con Mariana Rodríguez Cantú.
Las acciones que emprenden, aunque disímbolas, reflejan en esencia el interés de llamar la atención de la ciudadanía (otrora electorado). NuevoLandia festejará a las y los niños en el Parque Fundidora. Acompañada de su hija Mariel, Mariana Rodríguez anunció el evento gratuito e incluyente, donde la infancia podrá disfrutar además de un Dinosafari, payasos y grupos infantiles. Del otro lado, en la CdMx esperan recibir más de 250 mil visitantes en el Zócalo por la presentación de Rosalía, aun cuando no es nueva la política de llevar magnos eventos a la plancha del Centro Histórico.
En fin, parece que la marcha rumbo a 2024 será en tacones o tenis, pero con mujeres al frente. Soplan los vientos de cambio, así se está reflejando en algunos de los rituales y prácticas; quizá se acabó el tapado, porque a diferencia del régimen pasado, donde todos se alineaban al mensaje del Ejecutivo, ahora todos, en su mayoría, intentan adelantarse y leer los pensamientos del Presidente, gobernador o líder.
NOTA AL PIE
Siempre importa la salud presidencial, pero hoy es vital para la paz de la Federación, porque están sueltos los demonios por la sucesión adelantada. Evitaría angustia a todos que el Presidente redacte un manual de qué decir, qué no decir, cómo y cuándo decirlo, en incidentes que involucren su salud.