El noreste ha sido nuevamente testigo de una serie de actos violentos que han afectado la tranquilidad y seguridad de los ciudadanos. Los delincuentes armados han causado caos en diferentes puntos, bloqueando las principales avenidas y carreteras de salida, e incluso han despojado a transportistas, choferes de autobuses y camiones de basura para utilizarlos en estos bloqueos.
Por desgracia, la inseguridad continúa siendo el problema de la región norestense de México. En los últimos días se han registrado incidentes graves que han causado preocupación entre la población. El domingo, un comando armado con decenas de camionetas incursionó nuevamente en Jaumave, mientras se realizaban bloqueos cerca de los cuarteles militares en Reynosa y Matamoros.
Dos sicarios fueron abatidos y se logró el decomiso de vehículos, incluyendo artillados y blindados, esos de fabricación casera, pero más organizados que algunas instituciones.
Y sí, Tamaulipas ha sido testigo de una serie de actos violentos que han afectado la tranquilidad y seguridad de los ciudadanos. Los delincuentes armados han causado caos en diferentes puntos, bloqueando las principales avenidas y carreteras.
Las consecuencias de estos actos delictivos se sienten en toda la región: los bloqueos, las balaceras y la paralización del sistema escolar y de transporte público, ayer en Matamoros.
Este tipo de actos no solo afectan la movilidad y la vida cotidiana de los tamaulipecos, sino de todos los visitantes de la región fronteriza; cabe recordar que el fin de semana cientos de regiomontanos se organizaron para viajar en caravanas desde el sur de Estados Unidos hacia Monterrey por el miedo de transitar desde la frontera acompañados solo de la buena fortuna.
El evento delictivo registrado ayer denota la poca comunicación entre las autoridades, la incursión armada de la ciudad fronteriza es la segunda que sufre en pocos días. La huella que deja la lucha por el control de la región es implacable, ojalá así sea la respuesta de las autoridades.
@enriqueburgosv