Son 250 muertos por covid-19 en los últimos cinco días; hace un año estos datos serían el tema central de los nuevoleoneses. En cualquier otra parte del mundo sería una losa que sepultaría la credibilidad del titular de la estrategia sanitaria en turno.
Aquí hemos señalado la estridencia con la que cada tarde se lleva a cabo la marcha de las cifras, el conteo de los enfermos y de quienes pierden la vida ante el SARS-CoV-2, las mismas conferencias que han centrado su discurso en los jóvenes, quienes ahora enferman y mueren a causa del covid.
El tema educativo polarizó y dividió a la sociedad perdiendo de vista lo importante: los niños.
Estamos a dos días hábiles para que miles de niñas y niños vuelvan a clases y en las últimas semanas el debate se ha centrado en los qué y no en los cómo sí. La danza de las cifras cada jueves finaliza perdiendo de vista lo importante: la salud mental y desarrollo socioemocional de quienes llevan 18 meses encerrados.
El gobernador Jaime Rodríguez dice que ni padres, ni maestros quieren volver a clases; sepa usted que su administración deja un saldo pendiente con la educación, ¿qué estrategia siguió para mantener a salvo los planteles durante la pandemia?, ¿qué fue del presupuesto etiquetado para ello?
El gobierno entrante enfrentará demandas sin solventar, auditorías pendientes y un sinfín de procesos administrativos en medio de la pandemia.
Como siempre existe más de un punto de vista; si usted está en contra de regresar a las clases presenciales entonces es porque le quiere llevar la contra al Presidente, aun cuando lo que busque es preservar la salud de sus hijos; si al contrario, quiere regresar a las aulas, entonces pretende poner en riesgo la vida de los menores.
El 30 de agosto, el Presidente espera clases presenciales, el gobernador Rodríguez Calderón no. El regreso a clases dejó de ser un tema educativo y se convirtió en un tema político.
A los maestros, gracias; en el ciclo pasado como pudieron llevar lo mejor de ellos a sus alumnos, es un trabajo vocacional y se reconoce y aplaudimos.
Entonces para el próximo lunes solo nos resta esperar, si corremos con suerte habrá contagios aislados; si no la tenemos, llegará una nueva ola de enfermos y muerte.
Enrique Burgos-Véliz
@enriqueburgosv