Política

Democratización del conocimiento

El conocimiento, su producción y difusión no pueden ser ni privatizados ni exclusivos. La ciencia y la tecnología tienen el noble fin de ser puestos al servicio de la comunidad y de la sociedad para su transformación, es por ello que quienes nos dedicamos a la investigación pugnamos por espacios más plurales y libres de intereses individuales.

La ciencia hoy día ya no puede seguir respondiendo a procesos estériles que no impactan en la sociedad o a la satisfacción de intereses particulares de quienes la financian. Es necesario democratizar el conocimiento y la generación de la ciencia para incluir a la sociedad civil en cada etapa de los procesos.

Son los actores civiles los que pueden determinar las necesidades existentes y hacer el correspondiente diagnóstico; así entendiendo que en el avance de la ciencia existen más motivaciones que las meramente económicas e incluyendo otros ámbitos como la cultura, la sociedad, la economía, etcétera, el conocimiento puede llegar a donde se necesita.

Para lograr esto es necesario que se generen espacios de publicación en plataformas abiertas. Éstas juegan un papel fundamental en la democratización del conocimiento al resistir la tentación de las cuotas de paga tanto por publicar como por descargar contenidos.

Si la investigación tiene el propósito de solucionar necesidades reales que vienen del acontecer cotidiano de los ciudadanos de a pie, debemos pugnar para que las propuestas de solución lleguen a quienes las detectaron y a quienes realmente puedan verse beneficiados por los resultados obtenidos.

Cobrando a los autores para que les publiquen sus artículos y al público para leerlos aleja a la ciencia de su verdadero impacto social.

ANDRÉS LOBATO
ANDRÉS LOBATO

Este no es el único problema que combatir, existe todo un sistema detrás de las revistas científicas que también presiona a los autores para publicar sus trabajos solamente en revistas indizadas que son de alto prestigio y que generalmente cobran para publicar artículos.

Estos sistemas mantienen a los investigadores en una constate presión que insiste en afirmar que sólo los artículos publicados en esas indizadoras son realmente valiosos lo que, a su vez lleva al mundo académico a privilegiar más el tipo de revista donde se publica que lo que se publica.

Esto se fundamenta en, también, una mala práctica que otorga puntajes a los investigadores según la cantidad de artículos publicados en las grandes indizadoras o según el nivel que se establecieron las mismas, y a renunciar a otros espacios que también son valiosos y de una amplia difusión, sacrificando con ello que el conocimiento llegue a la sociedad de donde surgió al generar estímulos de nombramientos o reconocimientos o bien de carácter económicos a quienes publiquen en las grandes indizadoras sin considerar el contenido de lo que se publica.

Es así que el conocimiento debe trascender las prácticas, costumbres y creencias actuales y a la comunidad científica resistirse a caer en los privilegios de quienes pagan por dar a conocer sus investigaciones y pasar a un esquema donde el valor central sea el avance de la ciencia y la solución de necesidades reales.

Habría que preguntarnos entonces ¿qué ciencia y qué técnica, para qué sociedad?

Si queremos una sociedad exclusivista donde tenga más valor la cantidad que la calidad y se produzcan investigaciones estériles y sin poder transformativo, entonces sigamos fomentando la privatización del conocimiento y la ignorancia de la sociedad.


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Elizabeth de los Ríos Uriarte
  • Elizabeth de los Ríos Uriarte
  • Profesora investigadora de la Facultad de Bioética de la Universidad Anáhuac México
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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