Felipe Calderón sacó al Ejército de sus cuarteles dizque para combatir al narco. Primero trató de maquillar homicidios de inocentes. Luego, cuando era imposible sostener la mentira, les llamó “daños colaterales”.
Cuando asesinaron a los estudiantes del Tec, Calderón acusó a las víctimas de ser delincuentes y tapó el montaje castrense. Más tarde tuvo que aceptar lo que ciudadanos evidenciaron: soldados mataron a Jorge y a Javier.
Ahora Andrés Manuel se adelantó a cualquier pesquisa y declaró desde la “verdad mañanera” que la niña Heidi Mariana murió por un “enfrentamiento” entre el Ejército y una banda. Además, para no perder la costumbre calderonista de lavarles la cara a priori, declaró que “se pueden dar esos casos”, pero que “es la excepción, no la regla”.
La madre de la pequeña señaló acoso por parte de la Sedena. Familiares y abogados informaron que no hubo tal refriega y que integrantes de la Secretaría de la Defensa tiraron a matar. Hasta el momento, los videos solo muestran vehículos oficiales.
Griselda llevó a Heidi Mariana al hospital por un dolor de panza. También iba en el auto su hermanito. En el camino les dispararon. La menor de cuatro años recibió un impacto en la cabeza.
“Yo trabajo en el Seguro Social. Me avisaron que me la traían por un dolor estomacal. Me avisó mi pareja (Griselda). De repente me marca y me dice ‘nos balearon, nos balearon’. Desgraciadamente llegó casi muerta”, comentó José Ángel, abuelo de Heidi. A finales de este mes cumpliría cinco años.
Mientras sepultaban sus restos, senadores de Morena defendieron la militarización de la seguridad pública y aprobaron lo que ellos mismos tanto criticaron. Tenían prisa por satisfacer los deseos de AMLO antes del desfile del 16 de septiembre.
Después vendrá la manifestación civil que no olvida el cumpleaños de Heidi, los ocho años de la desaparición de los normalistas de Ayotzinapa y las tragedias que se acumulan.
Aquí entre nos
López Obrador sabe que es inconstitucional lo que sus legisladores votaron para que el Ejército se haga cargo de la GN. Por eso les interesa (antes de que la Suprema Corte les corrija la plana) reformar la Constitución (propuesta por el PRI de Alito) para que las fuerzas armadas permanezcan en labores de seguridad pública hasta 2028.
Entre que son peras o manzanas, los militares ganan fuerza y mucho dinero.
Elisa Alanís
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