El pandémico año 2020 que acaba de expirar, ha sido un año extremadamente difícil para todos. En cien años, desde la pandemia de 1918, no se había vivido una crisis de salud como la que estamos viviendo. Llevamos casi diez meses en confinamiento; hasta el 30 de diciembre, se han contagiado en nuestro país un millón 413 mil 935 y, lamentablemente, 124 mil 897, hombres y mujeres, han perdido la batalla.
Fue en los primero días de diciembre del 2019 cuando, en la ciudad de Wuhan, China, apareció el primer brote de coronavirus; entre el 8 de diciembre y el 2 de enero del 2020, se detectaron 42 contagios. El 11 de marzo el virus llegó a 114 países, y el 23 del mismo mes la OMS declara que el covid-19 es una pandemia.
En México, el primer contagio se detectó el 28 de febrero (Milenio, anuario, 2020),y la primera muerte, un varón de 41 años que padecía diabetes, aconteció el 18 de marzo de 2020 (Milenio); cinco días después, el 23 de marzo, se decretó el inicio de la Jornada Nacional de Sana Distancia.
En Nuevo León, unas horas después de que la OMS decretó que el coronavirus es una pandemia, los medios informaron del primer caso de contagio; fue el de un hombre de negocios de San Pedro de 57 años de edad; a partir de entonces, no obstante que el tema de las habladurías era el coronavirus, ese miércoles 23 de marzo fue un día fatídico.
Ese día, a las 12: 50 horas, llegué a la sala de maestros de la Facultad de Derecho de la UANL, donde se encontraban por lo menos unas dos docenas de colegas con la vista clavada en el televisor, mientras en las noticias se informaba de las compras de pánico y de la angustia de muchas personas que andaban de un lado a otro en busca de cubrebocas y antibacterial, sin encontrarlos en ninguna parte, el pánico se veía reflejado en los rostros de algunos profesores y profesoras; un mes después, con dificultad, se comenzó a conseguir dichos insumos al triple de su costo.
Las compras de pánico de artículos de primera necesidad tampoco se hicieron esperar, encareciéndolos, las imágenes de la televisión mostraron anaqueles de los centros comerciales casi vacíos; llamó la atención cómo en todos los países, lo mismo que en México, el artículo que más se demandó las primeras semanas de la pandemia fue el papel sanitario.
Y con la pandemia, además de la dura crisis económica que padecemos y otras horrorosas pestes que tienen que ver con la conducta humana: la violencia intrafamiliar, los horrorosos aleteos de los zopilotes de la política que de todo, hasta de las muertes causadas por el coronavirus, etc., quieren sacar ganancia, llegó la infodemia, término acuñado por la OMS para referirse al caos de la información sobre la pandemia que, por motivos políticos, económicos, o simplemente por fanatismos de todo tipo, se convierte en desinformación.
Estas son algunas de las experiencias vividas durante la pandemia, la tenue luz al final del túnel se comenzó a ver con mayor nitidez el 24 de diciembre, fecha en que inició la vacunación contra el coronavirus en México; de acuerdo a lo estimado por el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, la fuerza de la pandemia, que poco a poco irá disminuyendo con el proceso de vacunación, se extenderá hasta la primavera del 2021; su dominio total quizá se extienda un año más.
Dos semanas antes de que llegara a México el primer lote de vacunas, justo dos meses después de que iniciara el proceso electoral 2020-2021, dio inició en un conocido circo un peligroso brote de una nueva cepa de la infodemia, cuyo eje central estriba en tratar de hacer creer que la vacunación contra el coronavirus, monopolizada por el estado, tiene fines electorales.
A los opositores del nuevo régimen les duele que el presidente, con suficiente tiempo, haya gestionado acuerdos internacionales para evitar el acaparamiento y la desigualdad en la distribución entre los países pobres y ricos; por ese hecho, entre otros, según se muestra en las encuestas que con altos porcentajes aprueban el ejercicio de su gobierno, hoy recoge los frutos.
¿Qué este hecho influirá en los electores para inclinar su preferencia hacia Morena? Posiblemente. Los electores suelen favorecer con su voto a los candidatos del partido del que emergió el presidente, cuando perciben que resuelve sus problemas.
Pero de ahí a sostener que la vacunación se está realizando estrictamente con fines electorales, es francamente un desvarío originado por desgastes políticos y la falta de propuestas creíbles. ¡Que el nuevo año sea el bálsamo del olvido de los malos momentos vividos durante el 2020! ¡No dejemos que se eclipse la esperanza!