Hasta hace poco, se pensaba que la corrupción y la impunidad eran inafectables; pero con la liberación de la orden de aprehensión contra “El gober precioso”, el 11 de abril de 2019, quien por 13 años fue uno de los intocables y hoy es prófugo de la justicia; la reorientación en las investigaciones del caso Ayotzinapa, con hallazgos importantes; así como con las aprehensiones de Emilio Lozoya y César Duarte, en los susodichos fenómenos, antes percibidos como inextricables hoyos negros, hoy se percibe ya la tenue luz al final del túnel.
Refuerza esta nueva percepción los casos de dos nobles instituciones por mucho tiempo flageladas por la corrupción, hoy en la mira de la política anticorrupción: la institución de justicia federal y la universidad pública, en varios estados.
En la primera, el Consejo de la Judicatura Federal (CJF), como nunca antes, en el 2019, además de dar trámite a 125 denuncias contra servidores públicos del PJF por hechos delictuosos, destituyó a un juez por corrupto y presentó cuatro denuncias penales contra magistrados, uno de éstos ya está en la cárcel.
En cuanto a la más noble de las instituciones: la Universidad pública, la operación anti zafiro, desde la UIF, tiene en jaque a los corruptos. Los de la UAEH han sido los primeros. Fuentes fidedignas aseguran que las transferencias multimillonarias del ramo 23, realizadas desde la SHCP a otro rumbo, no quedarán impunes.
La corrupción no es gripe, pero está bajo control, el primer caso fue el de Josefa González Blanco, destituida de la Semarnat por influyente, impidió que un avión alzara su vuelo por 40 minutos, porque a ella se le hizo tarde para llegar al aeropuerto; el hijo de Bartlett, sancionado con multa de más de dos millones de pesos y prohibición de contratar con cualquier gobierno, por haber vendido insumos médicos a sobre precio; y el caso Cuauhtémoc Sánchez, director del Conafe, investigado por traficar con contratos.
Estos hechos los aprovechan los opositores a la 4T, para decir que todo sigue igual; pero no todos, algunos perciben que es en serio la cosa , como Javier Corral, gobernador panista de Chihuahua, reconocen que la aprehensión de César Duarte se debe a las acciones de AMLO.