La Iniciativa con Proyecto de Decreto por el cual se reforma y adiciona la Ley de los Sistemas para el Retiro es apenas un paliativo con el cual se pretenden atenuar los efectos de la crisis económica de los adultos mayores de un sector de la población, los que se encuentran afiliados al IMSS, a quienes, de aprobarse, se aseguraría la pensión a un número mucho mayor de derechohabientes.
Lo bueno de la Iniciativa es que propone la disminución de cotizaciones para tener derecho a la pensión. Actualmente la ley pide 1250 semanas cotizadas, equivalentes a 25 años de trabajo. Millones no alcanzan esta cifra y se quedan sin pensión, la Iniciativa propone que se reduzca a 750, lo que equivale a 15 años.
De aprobarse esta disposición, favorecería no solo a los trabajadores que están por pensionarse, sino también a los que por el peso de los años ya no pudieron seguir trabajando y se retiraron a sus casas sin pensión del IMSS. Éstos, si es que durante su vida en diferentes fuentes laborales acumularon las 750 cotizaciones, se podrían acoger a la nueva ley.
Lo bueno es también que la pensión será mayor a salario mínimo que se perciba en el momento del retiro; y que el incremento del fondo para el ahorro, de manera progresiva hasta un 15.88 por ciento durante ocho años, no se cargará al trabajador, sino al empleador.
Y en cuanto a lo malo de la Iniciativa, es que solo contempla uno de los muchos sistemas de pensión que kafkianamente existen en México. Los sistemas de pensión de las universidades públicas, los de las entidades federativas y los municipios, que con diferentes artimañas dejan sin derecho de pensión a muchos de sus trabajadores, los de los profesores de enseñanza básica, entre otros, quedan intocados.
Ir al fondo del problema en materia de pensiones significaría responder a la pregunta ¿por qué tiene que haber una “Ley (de los Sistemas) para el Retiro” y no una “Ley para el Sistema de Retiro”? ¿Por qué no pensar en un sistema de pensión único para todo el país, que incluya a los tres órdenes de gobierno? Y en un único sistema, ¿a poco no se podría homogeneizar en lo mínimo, sin tope alguno, los derechos de los trabajadores que no son del sector público?