El Bronco, del que mucho se esperaba, ya se va. Deja a Nuevo León con un índice de estado de derecho por los suelos. Esto es lo que revela el reporte del Índice de Estado de Derecho en México 2019-2020 del World Justice Project (WJP) (Proyecto de Justicia Mundial).
El WJP es una organización internacional no gubernamental, con sede en los Estados Unidos; su propósito es impulsar el estado de derecho en el mundo. Y estado de derecho, como principio de gobernanza, no es el que se define como tal. Pues, en este sentido, no hay estado en el mundo que no se defina como estado de derecho, sino más bien es solo aquel en el que toda la comunidad jurídica: autoridades de todo tipo y jerarquía, gobernados, líderes políticos y sociales, etcétera, se sujetan a la ley.
En el último estudio del WJP en México, se encuestaron a 25 mil ciudadanos y 2 mil 600 expertos en las 32 entidades. Fueron 8 los factores considerados para medir el índice de adhesión al estado de derecho. La escala de medición es del 0 al 1. El 1 indica el máximo grado de adhesión al estado de derecho y los resultados son los siguientes.
Los límites al poder gubernamental, en el cual Nuevo León obtuvo el primer lugar, la calificación fue de 0.50, el último lo obtuvo Veracruz con 0.36. Parece ser que, ante la falta de debates de altura en el Congreso, para que al poder del gobierno se le ponga límite se necesita que éste no tenga quien lo defienda en el Congreso, tal es el caso de El Bronco.
En la ausencia de corrupción obtuvimos el sexto lugar con 0.40 de calificación; el primero fue para Querétaro, con 0.45, y el último de la Ciudad de México con el 0.28. En el sexenio de El Bronco tuvimos un fiscal Anticorrupción que fue acusado de corrupción; se creó el Sistema Estatal Anticorrupción, que hoy en día nada de muertito, se desconocen sus resultados.
En gobierno abierto con 0.38 obtuvimos el vergonzoso lugar 16. No hay en Nuevo León espacios para la ciudadanía en cuestiones de colaboración y vigilancia en actividades de gobierno; al gobierno no le gustan los mirones y preguntones, lo que trae como consecuencia que se incremente el fenómeno de la corrupción y que la ciudadanía no incida en la creación de políticas públicas. El primer lugar en este factor corresponde a la Ciudad de México con 0.51 y el último a Querétaro con 0.27.
¿Y cómo andamos en derechos fundamentales? Ocupamos el segundo lugar, con 0.54. El primer lugar, con 0.54, corresponde a Yucatán. El último lugar es de Guerrero con 0.44.
En orden y seguridad, con 0.39 quedamos en el lugar 14. El primer lugar, con 0.73, fue para Yucatán; y el último es de Morelos con 0.19.
En cumplimiento regulatorio, factor que tiene que ver con el cumplimiento de normas jurídicas y éticas por parte de empresas e instituciones públicas y privadas, obtuvimos el octavo lugar con 0.40. El primer lugar es de Querétaro con 0.45 y el último para Tabasco, con 0.31.
Por último, con 0.42 obtuvimos el segundo lugar en justicia civil. El primero es de Guanajuato, con 0.44. El último de Guerrero con 0.29. ¿Y en justicia penal? Mucho se ha hecho alarde de que fuimos los primeros que optamos por el sistema penal acusatorio. Sin embargo, en este rubro obtuvimos el lugar 15 con 0.39. El primero es de Querétaro, con 047; y el último, con 0.29, es de Guerrero.
Así dejará a Nuevo León El Bronco en materia de índice de estado de derecho. Con excepción de Yucatán, estado en el que en el factor derechos fundamentales se aprobó de panzazo con 0.71, todo México está reprobado en índice de estado de derecho. De esto, por acción u omisión, todos somos responsables; pero mucho más los que nos gobiernan y los aplicadores del derecho.
Efrén Vázquez Esquivel