Mi amigo Carlos Muñoz me envió reflexiones que considero de utilidad para los planificadores del desarrollo urbano de La Laguna.
En la última reunión anual de ULI Latinoamérica (Urban Land Institute) se integró un panel que presentó escenarios sobre el rumbo que llevan las comunidades planeadas a futuro.
La planeación urbana del pasado se caracterizaba por plantearse como una isla fuera de la ciudad. Se pensaba en la ciudad como un espacio de trabajo, del que había que refugiarse todos los días. Estas “islas suburbanas” privilegiaban el espacio privativo sobre el comunitario contemplándose amenidades que causaran un impacto aspiracional, aún y cuando no tuvieran uso (por ejemplo campos de golf).
A nivel mercado se buscaba la segregación de niveles socioeconómicos. Una baja cultura financiera incentivaba la autoconstrucción y por tanto el crecimiento era progresivo y desordenado estéticamente.
El resultado de la visión del pasado son las grandes zonas dormitorio generadoras de tráfico y responsables de la desconexión de usos en el sistema urbano.
La ciudad del futuro se caracteriza por ser “policéntrica”. En la visión actual se destacan los distritos mixtos que resuelven la vida completa, integrando diferentes usos. Esta integración provoca un sentido de comunidad, en donde el elemento más valioso se vuelve el “efecto no planeado”: el grupo deportivo que se organiza en el parque, la mesa de ajedrez que aparece ocasionalmente en la banqueta, el encuentro de estudio, etc.
La conciencia por servir a las diversas etapas de vida estará en el foco de diseño de las nuevas comunidades planeadas. Amenidades diferenciadas, útiles y memorables estarán en el corazón de comunidades que buscarán trascender internacionalmente lo que provocará una mayor conexión tecnológica de la comunidad, donde los inmuebles serán responsables de facilitarnos la vida por medio de fórmulas de vinculación social.
En el ámbito arquitectónico, continuará la presión sobre los metros privativos y se acentuarán a nivel urbano las exigencias de diseño y arte integradas a la esencia del proyecto inmobiliario. Los conceptos auténticos gozarán de efectos virales de comunicación que acelerarán los procesos de integración con la comunidad.