La realidad política de los operadores de Morena en Hidalgo pasa por el trabajo que realizan los actuales empleados del gobierno federal, encabezados por el titular de la delegación del Bienestar, Abraham Mendoza Zenteno, quien parece ir en sentido contrario al triunfo del pasado 5 de junio.
Y es que cada día salen más temas respecto a cómo se ha manejado el partido morenista, el nombre de la 4T, del propio presidente López Obrador, para trabajar en una causa que solo conocen los cercanos a Mendoza Zenteno y a sus más íntimos amigos.
Tal parece que el haber ganado en las urnas al PRI en Hidalgo, no era lo que querían muchos de los Servidores de la Nación, a quienes acusaron en la región Otomí-Tepehua, en Tulancingo y en Pachuca, de haber operado en campaña para la gubernatura, pero para el PRI y sus aliados.
Parte de esas acusaciones llegaron a oídos del propio Mendoza Zenteno, de Andrés Caballero, de la propia dirigente de Morena, Sandra Alicia Ordóñez y a la fecha no ha pasado nada. Al contrario, uno de sus principales líderes y figura más visible en la región de Tulancingo, está de lleno en la lucha interna por ser consejero estatal y tener espacios. Se trata de Carlos Belmonte, quien es esposo de Milli Batalla Castillo, quien coordina a los Servidores de la Nación junto a perfiles como Sandra Mendoza y que en realidad no han hecho un mal trabajo en el gobierno federal en Hidalgo; sin embargo, sí tienen cuentas pendientes con la labor política dentro de Morena, y como ejemplo, no están del todo con el actual equipo de transición de Julio Menchaca, con quienes incluso ni relación tienen. El escenario de Morena en Hidalgo está claro pues: Servidores de la Nación y Bienestar, contra equipo de transición y nuevo gobierno de Julio Menchaca, ambos frentes, por el control del partido y las decisiones de aquí en adelante.
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