La contienda interna de Morena y los planes electorales de los actores políticos en Hidalgo son caminos contrarios.
Mientras en el partido no existe una ruta preestablecida y se navega en piloto automático, en el terreno de lo electoral y las encuestas se planean y dicen cosas que muy difícilmente podrán realizarse.
Es decir, Morena Hidalgo no tiene la necesidad de moverse para expandirse, ni de buscar concretar alianzas o tener gente que quiera sumarse a su causa; en sus nuevas oficinas estatales en Pachuca el ambiente es como el de una dependencia burocrática de 1970 –dicen, porque aún no había nacido-, donde solamente falta poner El Fonógrafo con los éxitos de Daniela Romo.
Esto es que no se percibe la euforia que hay en las calles, en las reuniones de militantes, de coordinadores territoriales, de los enviados del gobierno, quienes están a altas horas de la noche buscando a propios y extraños, haciendo juntas virtuales o de plano acudiendo a las colonias en donde se preparan para lo que será la elección del siguiente año.
Como sea, Morena ya decidió que a nivel nacional sí van en alianza con PT y PVEM en 255 distritos federales y para el Senado en alrededor de 25 entidades; adivinen cuál será una de las entidad en donde no aplicará la fórmula, exacto, en Hidalgo.
Los morenistas tendrán que sacar su propio proceso y medirse con los candidatos y candidatas del PT y Verde, además de Nueva Alianza Hidalgo que puede lanzar a varios en ayuntamientos, diputados locales y federales, cobijados por Morena por ser un partido local.
Otro punto a destacar para analizar la situación de la dirigencia de Morena en el estado, con Marco Rico a la cabeza, quien por cierto es un hombre de experiencia, con un amplio camino recorrido en asuntos y temas sociales, líder del entonces PRD que representaba la única oposición en Hidalgo, que logró los primeros triunfos en zonas como Huazalingo, Zimapán y Valle del Mezquital. Sin embargo, al frente del morenismo parece estar con el freno de mano, lo que le impide desplegar toda la fuerza política y las estrategias para dar por sentado que serán los amplios ganadores del siguiente año. Mientras, que Morena se maneje en solitario.