En Hidalgo inicia la veda electoral, al igual que en los demás estados donde habrá votación este domingo 5 de junio. De aquí al sábado 4, no pueden darse pronunciamientos políticos para favorecer a ningún aspirante o partido, o de lo contrario se puede tomar como delito.
Por lo mismo es un tiempo de reflexión y en donde se deben observar los riesgos que hay de cara al domingo; y me refiero a los focos rojos en materia de seguridad.
De acuerdo con estudios de consultorías que trabajaron durante las campañas en todo el país, hay tres riesgos reales y latentes: el primero y más importante, es la participación del crimen organizado como agente movilizador o inhibidor del voto en algunas regiones, sobre todo en zonas donde ya hay antecedentes.
En Hidalgo, la zona de Tula, la Sierra y la Huasteca, además del Valle de Tulancingo, e incluso Pachuca, ninguna de estas regiones de la entidad está libre de la presencia de crimen organizado o delincuencia que busque poner en riesgo la elección.
En segundo lugar está la judicialización de las contiendas electorales con márgenes estrechos y posibles conflictos postelectorales. Este escenario está más que previsto, y siempre ocurre que en Hidalgo las elecciones terminan siendo impugnadas y los pueblos o comunidades enfrentados por la política.
En tercer lugar la consolidación de la hegemonía territorial, que no es más que extender un dominio que puede ser tomado como una afrenta para muchos, y entonces pueden tomar caminos o acciones equivocadas o fuera de la ley, como muestra de una rebeldía o anarquía. Se espera que estos tres focos rojos puedan ser evaluados y medidos a nivel estatal, ya que estarán presentes no solo en Hidalgo, sino en los estados donde habrá comicios y puede ser un punto de partida para lo que se viene en 2023 y 2024.
@laloflu