El estado de Hidalgo todavía no está en época electoral aunque ya lo parezca. La actual gestión del gobernador Omar Fayad está en curso y termina el 4 de septiembre a las 23 horas con 59 minutos y 59 segundos, e incluso se extiende jurídicamente un rato más hasta que rinda protesta el siguiente gobernador.
La precisión tiene lugar ya que funcionarios de la actual administración parecen estar más ávidos de política partidista y electoral por lo que será el 5 de junio, y el trabajo no puede quedarse así. La atención en salud, seguridad, programas sociales y políticas públicas no debe frenarse y menos por un proceso de elección. Justo ahora, con un tema tan complicado como el del SNTE en Hidalgo, con la falta de clases y actividades en escuelas públicas de todo el estado, es cuando más se tienen que poner a trabajar todos los funcionarios y directivos que toman las decisiones.
En seguridad, no se puede bajar la guardia ni un solo instante. Ayer los principales mandos se reunieron con representantes vecinales de la zona metropolitana de la capital del estado, para escuchar sus inquietudes y necesidades. Esa es la chamba que sigue.
En salud ni qué decir con la pandemia. Es un problema mundial que seguirá impactando a Hidalgo con o sin elecciones. No hay un solo momento en el que se pueda dejar de brindar la atención y es por ello que ya hay aviso en todas las oficinas de que se tienen que poner a trabajar y no a pensar en que habrá elecciones. Mismo criterio para los municipios, donde muchos de sus representantes están más pendientes de las actividades políticas que de las tareas locales en donde hay población y sectores que no pueden esperar por la atención.
Veremos si tiene eco el llamado de los jefes de oficinas y del propio gobernador, para que no se distraigan los servidores y estén atentos a las necesidades y sobre todo, no dejen el trabajo que se tiene pues es igual o más importante que lo que está por acontecer.
@laloflu