La denominada cuarta transformación de México, que según los historiadores obradoristas comenzó en diciembre de 2018, no ha sido la mejor etapa para el desarrollo de políticas a favor de la mujer.
Si bien en anteriores sexenios no existió labor alguna, digna de reconocerse más allá que paternalismos o fomento de actitudes y culturas machistas, el discurso del cambio trajo consigo la esperanza de que a las mujeres del país se les pudiera atender de una forma diferente.
No ha sido así, y por ende las manifestaciones no se han hecho esperar. Ya cuatro años de que el movimiento feminista mexicano ha tomado calles de estados, pueblos y comunidades; se han hecho presentes en sitios históricos e icónicos, como parte del resultado de la nula atención y el aumento en la violencia de género y feminicidios por parte de hombres. A Hidalgo llega, tarde de cierta forma, el ambiente político de la 4T que ya lleva cuatro años en la capital y que por ende, ya se conoce de cierta forma cómo es la forma de gobernar para la nueva izquierda nacional socialista.
En conmemoración del Día de Acción Global por el Acceso al Aborto Legal y Seguro, conocido como #28S por el día de septiembre, el nuevo gobierno hidalguense encabezado por Julio Menchaca Salazar, el primer mandatario de Morena en la entidad, el primero que no es del PRI, del viejo régimen, de los que tanto y tanto se quejaron, ahora debe atender las demandas de las mujeres que, por el contrario, no han cambiado. Seguridad en las calles, castigo a los culpables de violencia, violaciones, hostigamiento, acoso, sentencias ejemplares para los feminicidas, fomento de los valores sociales de la equidad de género y respeto mutuo. Mejores condiciones de salud para la ILE, atención digna a la mujer indígena, no discriminación de mujeres en ninguno de los aspectos sociales; acompañamiento psicológico permanente, garantía de mejor calidad de vida para mujeres, niñas y adultas en Hidalgo.
Eduardo González
Twitter: @laloflu