En Hidalgo, el trabajo de búsqueda de personas desaparecidas en relativamente nuevo.
Apenas este año se estableció la Comisión Estatal de Búsqueda de Personas Desaparecidas, la cual trabaja de manera coordinada con la Procuraduría del estado y cuenta con un Consejo de Participación Ciudadana. Entre sus principales funciones destacan el acceso a los expedientes y la transparencia en la información con que cuentan para dar certeza a los familiares de personas desaparecidas de que se está trabajando en localizar a quienes han sido reportados.
A inicios de noviembre, la Secretaría de Gobernación presentó la nueva plataforma nacional para el reporte de personas desaparecidas y no localizadas, que pretende detonar las acciones de búsqueda de forma inmediata y así obtener mejores resultados.
Dicha herramienta es empleada también en el estado para reforzar las líneas de investigación y para contar con más elementos al encontrar a las personas, menores y mujeres, que son alcanzadas por este flagelo que cada vez se hace más evidente en la sociedad. Hay que señalar que no es que antes no hubiera personas desaparecidas, por el contrario. Al carecer de cifras o de una plataforma con datos, no era posible establecer la dimensión del problema.
Hoy es una realidad que la desaparición es un tema que involucra a todos y aunque se piense que el gobierno pretenda esconder la situación, la realidad es que al darse un reporte se emiten las fichas de búsqueda de forma inmediata para su difusión en medios de comunicación y redes sociales. En las últimas semanas en Hidalgo se ha hablado mucho del tema pero se ha dejado de lado la mención del trabajo realizado. De al menos una decena de reportes, la mitad ha sido localizada. Tan sólo anoche se localizó a una menor que horas antes había sido emitida en ficha de búsqueda. En casos especiales y prioritarios, como el del joven Sebastián Yáñez, se emplean todas las herramientas al alcance para dar con su paradero.
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