Las cartas ya están echadas en lo que serán las últimas jugadas del tablero electoral en las campañas, donde a pesar de haber cuatro competidores solo dos se perfilan para sostener un mano a mano en las urnas el próximo 1 de julio.
Me refiero a José Antonio Meade, candidato de la coalición Todos por México del PRI, Nueva Alianza y PVEM; y de Andrés Manuel López Obrador de la alianza Juntos Haremos Historia de Morena, el PT y Encuentro Social.
Comenzamos con las similitudes, donde ambos presentan un respaldo monumental hacia sus candidaturas, cosa que no ocurrió con Ricardo Anaya del PAN y PRD ni con Jaime Rodríguez “El Bronco”, quienes a tumbos llegaron a sus respectivos abanderamientos.
Otro punto es el relativo a la estructura con que cuentan sus equipos políticos y el tamaño de sus redes ciudadanas para estar prácticamente en todo los rincones del país; a la par, tanto Meade como AMLO ya cuentan con la cobertura total de sus casillas en México, lo que significa que también se deberán medir en la otra cara de la elección: la del conteo y validación de los votos.
Ayer, José Antonio Meade tuvo una visita histórica a Hidalgo. Ningún candidato a la Presidencia había sostenido tres eventos en un mismo día en la misma ciudad y casi casi con la misma gente. El hecho fue que en todos, hubo cientos o miles de priistas, jóvenes, funcionarios, servidores de antaño, políticos de experiencia, ex gobernadores que mostraron al priismo de México que es posible replicar el bastión hidalguense en el resto del país.
Hidalgo es priista. Y quien diga u opine lo contrario está pésimamente informado o no sabe nada del estado; y no es que ayer se hayan abarrotado los escenarios con Meade, Fayad, Osorio Chong, es que pasan los años, pasan las elecciones, pasan los sexenios, y el ánimo acá no decae. Es una extraña sensación donde hasta la oposición sabe que, de plano, aquí no va a ganar.
Podríamos bautizarlo como el Modelo Hidalgo para las campañas, que ya ha surtido efecto en elecciones como las de Edomex, Coahuila, Yucatán, por mencionar las más importantes.
En contraste, hoy viene Andrés Manuel a Hidalgo. Tendrá una apretada gira también de 4 puntos: Ixmiquilpan, Actopan, Tepeapulco y Tulancingo donde se verá de todo, o al menos esa es la expectativa.
De inicio y para la comidilla política local, tendrá que superar lo hecho este domingo por Meade y el PRI estatal; juntar a miles en domingo no es tarea fácil. Dirán muchos que al ser día inhábil es más probable que vaya la gente, pero ¿a quién le gustaría invertir su domingo para un acto político?
En el caso de AMLO, se espera un día tenso. Para empezar Ixmiquilpan donde seguramente nadie le ha informado qué son los Charrez y cómo está el pleito entre ellos. También, en Tepeapulco podrían desatarse de nuevo protestas contra el Grupo Universidad a quien dicen, el propio AMLO apenas reconoció tras una publicación nacional donde fueron evidenciados.