Una vez que iniciado el proceso electoral, si así lo queremos llamar, para la renovación del Poder Judicial del Estado de México, en el que se elegirán al igual que a nivel federal, pero en el caso local, jueces y magistrados, todo parece indicar que será una elección muy tersa.
A diferencia de lo que sucedió a nivel federal con la reforma judicial, en el Estado de México, se logró el consenso y los acuerdos entre los poderes Legislativo y Judicial para llevar a cabo la reforma local. En este tenor es por eso que se espera una elección sin complicaciones.
Los jueces que decidieron participar harán lo propio, lo mismo que los magistrados que quieran sostenerse en el cargo, todo está listo y el gran reto ahora es lograr un alta participación ciudadana en este proceso; pero de no concretarse no se puede hablar de fracaso, pero sí de falta de contundencia en las campañas que estarán llevandose a cabo, para convencer a las personas a que salgan a votar.
Ahora bien, hay que pensar o considerar, si la participación ciudadana no rebasa 15% que es lo que estiman los especialistas, preguntamos si esto se convierte en un fracaso o no, porque será mínima la participación.
Sin embargo, hay que considerar que en elecciones convencionales para elegir gobernador o presidentes municipales y diputados locales en las intermedias la participación ciudadana no llega más allá de 50%, y el que gana las elecciones lo hace con el voto de apenas 20 por ciento de los ciudadanos del padrón electoral.
Recordemos, por ejemplo, que Enrique Pena Nieto ganó la gubernatura en el Estado de México con apenas 20% del padrón electoral, y lo mismo pasó con Delfina Gómez y con Eruviel Ávila y Alfredo Del Mazo.
Entonces no podemos pronosticar fracaso, lo que se está proyectando es que pueda ocurrir una baja participación. Tampoco se trata de decir que fue un error esta reforma judicial, el punto es, y más importante, que la sociedad participe, se involucre, y para lograrlo es responsabilidad de todos.
Si es 15%, 30 o 50% de participación, lo que sea, al final de cuentas en la democracia por un voto se gana.
Pero no se trata de justificar la poca participación, al contrario, lo que se debe de hacer es impulsar y promover la participación de todos los ciudadanos en procesos electorales, en este caso el judicial.
De lo contrario, apostar al fracaso en este proceso de elección de jueces, magistrados, ministros, refleja la poca sensibilidad y el poco compromiso que se tiene con la verdad y con la democracia.
Cada uno tiene su responsabilidad en este proceso, el Instituto Electoral del Estado de México debe de cumplir, como también lo debe hacer el INE y todos los ciudadanos comprometidos con la democracia.